TIFLIS. "No podíamos continuar viviendo en Arabia Saudí. Allí no se respetan los derechos de las mujeres. Nos acostumbramos a la violencia y el acoso. Cada día enfrentábamos la violencia. Esto nos privó de la alegría de vivir", comentó Maha en la cuenta "GeorgiaSisters" de la red social Twitter.

Las hermanas denuncian que las niñas de su país no tienen derecho a la educación, a usar internet y las obligan a casarse muy jóvenes.

"Si nos encuentran, nos matan", afirman las hermanas, que se muestran con el rostro descubierto y que temen que su padre y sus hermanos viajen a Georgia para buscarlas.

El Ministerio del Interior de Georgia informó a Efe que en estos momentos Maha al-Subaie, de 28 años, y Wafa al-Subaie, de 25, se encuentran en el centro de recepción de refugiados del Departamento de Migración.

"Los funcionarios del departamento les propusieron ayuda para garantizar su seguridad, ellas aceptaron realizar las gestiones necesarias para recibir el estatus de solicitante de refugiado", dijo una fuente del ministerio.

La víspera, los funcionarios de migración se reunieron con las hermanas después de que publicasen en Twitter un vídeo en el que solicitaban apoyo a la ONU y a algún país que las proteja.

No obstante, las dos mujeres han declarado no sentirse seguras en Georgia, ya que entre ambos países existe la exención de visados.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha indicado que "sigue de cerca la situación de las dos hermanas saudíes", pero evitó ofrecer mayores comentarios "con el fin de respetar la confidencialidad y proteger los datos personales" de las muchachas.

El de estas dos hermanas no es el primer caso de mujeres saudíes que huyen de su país para librarse del régimen de la tutela del varón.

El caso de la joven Rahaf Mohammed Al Qunun, que escapó a Arabia Saudí tras apostatar del islam y rechazar un matrimonio concertado en su país, uno de los más restrictivos del mundo para las mujeres, dio la vuelta al mundo cuando pidió desde Bangkok ayuda en las redes sociales para evitar ser deportada a Kuwait, donde la esperaba su familia. Finalmente obtuvo asilo en Canadá.

Además, dos hermanas saudíes, que han adoptado los alias de Rawan y Reem, llegaron a Hong Kong huyendo de su país en septiembre de 2018 y quedaron atrapadas allí durante más de seis meses. Según la cadena de televisión Al Jazeera, en marzo abandonaron Hong Kong rumbo a un nuevo país de residencia, que no ha sido revelado.

Human Rights Watch (HRW) ha documentado durante años otros casos de mujeres que han intentado huir de sus familias y que, en algunos casos, han sido forzadas a regresar a Arabia Saudí, como le ocurrió en abril de 2017 a Dina Ali Lasloom, que fue obligada a volver cuando estaba en tránsito en Filipinas rumbo a Australia.