Un hombre ha reconocido haber abusado sexualmente de sus dos hijas desde que tenían diez años y ha aceptado una condena de 23 años de prisión en la Audiencia Provincial de Cantabria.
El acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por las víctimas, incluye medidas de protección: la privación de la patria potestad, prohibición de acercarse o comunicarse con las niñas durante años y la inhabilitación para trabajar con menores. Además, deberá indemnizar a las víctimas.
Abusos continuos
Según el relato de hechos aceptado por todas las partes, el hombre cometió los abusos de forma continuada, aprovechando la relación de parentesco y convivencia. Amenazaba a las niñas para silenciarlas y prolongó la agresión durante años, hasta que las víctimas denunciaron los hechos a su madre.
El caso pone de relieve la importancia de la detección temprana y la protección de los menores frente a abusos en el ámbito familiar, y refuerza la necesidad de que la sociedad y las instituciones actúen de manera preventiva y educativa.