Limpieza. Los miles de mensajes con peticiones y ruegos que los fieles y visitantes introducen en las grietas del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén fueron retirados ayer en la limpieza general que se realiza dos veces al año. Los trabajadores israelíes accedieron al lugar, el principal lugar de culto de los judíos, y recogieron los papeles en bolsas que más tarde queman en el Monte de los Olivos, junto a la Ciudad Vieja de Jerusalén. Para los judíos, el Muro de las Lamentaciones es parte de la muralla original del templo de Herodes o Segundo Templo, el lugar más sagrado para el Judaísmo, que se ubica en territorio ocupado. Foto: Efe