Bruselas - Los eurodiputados lo han dicho: Gibraltar es una colonia. El Pleno ha aprobado por 502 votos a favor, 81 en contra y 29 abstenciones el primer documento de la UE que define el Peñón en estos términos. Una victoria para España, que en la sombra ha negociado este movimiento; un mensaje para el Reino Unido: no es lo mismo estar dentro que fuera de la UE; y una derrota para los eurodiputados británicos, que se llevó por delante la cabeza de Claude Moraes, destituido al frente de la comisión de Libertades Civiles. El nuevo término es calificado como “inaceptable” desde el Reino Unido y en España es visto como una “victoria diplomática” frente a los británicos. La decisión se ha venido urdiendo desde hace meses. Fue uno de los choques que pusieron en vilo el Acuerdo de Salida cuando fue rematado en modo túnel en Bruselas sin el conocimiento de España. Así, la UE se ha cobrado esta deuda comunitaria.

La nueva definición incluida en la exención de visados para nacionales de terceros países se aplicará al Reino Unido en el caso de que abandone el bloque comunitario sin acuerdo. La norma en la que irá incluida Gibraltar como colonia permite que los ciudadanos británicos no requieran una visa durante un tiempo limitado cuando viajen a territorio UE y, de igual manera, los ciudadanos europeos cuando viajen al Reino Unido.

La decisión permitirá que todos los ciudadanos puedan estar hasta 90 días en cualquier periodo de 180 días sin requerir una visa para realizar negocios, viajar como turista o visitar a familiares y amigos. Sin embargo, la exención de visado no proporciona el permiso de trabajo.

Pero para lograr esta “victoria”, los parlamentarios españoles han necesitado exponer al máximo sus dotes de persuasión y diplomacia en la Eurocámara. El texto ha logrado salir adelante con el apoyo de las dos principales familias en el hemiciclo europeo, el Partido Popular Europeo (PPE) y los Socialdemócratas (S&D), que presionaron para apartar a Claude Moraes, eurodiputado británico (S&D), ponente de la nueva regulación de visados y la principal voz opositora contra el término colonia. El eurodiputado laborista, al frente de la comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara (LIBE), fue sustituido el pasado martes de la negociación de la nueva ley por Sergei Stanishev, vicepresidente búlgaro de LIBE, que solo un día después logró aprobar en la comisión parlamentaria el informe, que llevaba bloqueado desde hacía meses. Así, se llegaba a la votación definitiva, que con una amplia mayoría ha logrado salir adelante aunque no sin polémica. Hasta en dos ocasiones han intentado representantes británicos en la Eurocámara evitar que la votación se produjera.

El primero de ellos fue Ashley Fox, eurodiputado del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés), quien solicitó un aplazamiento de la votación para que pudiera producirse un debate que no fue autorizado.

El miembro de los tories defendió a su compatriota Moraes asegurando que su retirada al frente de la comisión LIBE ha sido “un abuso de procedimiento indignante” y acusó al Gobierno español de ejercer “una influencia corrupta” en la aprobación del expediente. Después llegó el turno de su compañera de partido, Julie Girling, quien solicitó la apertura del informe a enmiendas al considerar que se había producido una “colusión al más alto nivel” y un “secuestro del informe por una decisión política de España”. No obstante, a España podría salirle el tiro por la culata ya que la ONU otorga a las colonias el derecho a la libre autodeterminación, algo que de producirse ahora podría hacer que España perdiese Gibraltar para siempre.