Jerusalén - “Seguiré sirviendo como primer ministro muchos, muchos años”. Con esta frase, el jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, reaccionaba al anuncio por parte de la Fiscalía General de que le imputará por cohecho, fraude, ruptura de la confianza en un caso de corrupción y por los dos últimos cargos en otros dos casos. La imputación final no tendrá lugar hasta que se celebre una vista, en la que el acusado puede argumentar contra el análisis legal o las pruebas y presentar argumentos en su defensa, y que podría retrasarse durante meses o incluso un año.

El cargo más grave, el de cohecho, junto con fraude y ruptura de la confianza es por el denominado caso 4000 o caso Bezeq, en el que se investiga si Netanyahu hizo favores al gigante de telefonía Bezeq a cambio de cobertura favorable de él y su mujer Sara. Los cargos de fraude y ruptura de la confianza, un delito que pueden cometer funcionarios públicos, se repiten en otros dos casos.

En una intervención televisada, Netanyahu aseguró que “todas estas acusaciones van a colapsar, estoy 400 por cien seguro”, y aseguró que va a seguir “sirviendo como primer ministro muchos, muchos años”, pese a lo que denominó una “caza de brujas” contra él. Defendió los logros de su Gobierno, así como su “conexión única con los líderes del mundo libre”. “Las políticas que estoy llevando a cabo están conduciendo al Estado de Israel a su mejor década en seguridad, en economía, en todos los campos”, dijo. - Efe