Estrasburgo - El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, criticó ayer la falta de solidaridad de “la mayoría” de los países de la Unión Europea (UE) en política migratoria y abogó por un mecanismo compartido para frenar los flujos de inmigración irregular. Conte, que ayer intervino ante el pleno de la Eurocámara, criticó que los Estados miembros no respeten los compromisos asumidos en ese ámbito e hizo hincapié en que esos flujos no se pueden gestionar poniendo todo el peso sobre los países por los que los inmigrantes entran en el territorio europeo.

“Los flujos migratorios no se pueden gestionar diciendo que hay que gestionar la inmigración en el país de primera llegada”, dijo Conte, que se refirió a la falta de acuerdo para reformar el régimen europeo de asilo común, conocido como Reglamento de Dublín, y criticó que “la mayoría de países miembros no están dispuestos a participar de forma solidaria” ni a repartir responsabilidades. “Hay que hablar de la dimensión interna de la migración, de la política marítima, del control de las fronteras exteriores, afianzar (la agencia europea de Fronteras) Frontex”, añadió Conte, que pidió poner fin a “las lógicas regionales y nacionales” y adoptar una “política de solidaridad genuina, donde no haya diferencias entre las distintas áreas europeas”. El presidente del Gobierno, que ha decidido cerrar los puertos italianos a los inmigrantes rescatados en el mar, también subrayó la importancia de mejorar las relaciones con África y de “promover un nuevo enfoque para el desarrollo” y la cooperación con ese continente, basado en “una asociación entre iguales”.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Jyrki Katainen, llamó a Italia a asumir un “pleno compromiso” en las tareas de rescate de los inmigrantes que llegan por mar a través del Mediterráneo, donde hace falta un “esfuerzo conjunto” y recordó que Bruselas ha triplicado en los últimos años la ayuda a la inmigración y la seguridad.

en soledad El jefe del grupo del PPE, Manfred Weber, indicó que comprende el “enfado” de los italianos, que “durante años han estado solos” en la lucha contra la inmigración irregular y pidió un mecanismo vinculante a nivel de la Unión Europea para resolver ese problema.

Sin embargo, añadió, “para nosotros es un problema ver que un miembro del Consejo (de la UE) dice que esa institución no está cumpliendo con sus compromisos.

La mayoría de los grupos políticos de la Eurocámara reprocharon ayer la actitud antieuropea de Roma al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien respondió que la Unión Europea está alejada de sus ciudadanos, durante un debate sobre el futuro del proyecto europeo. Grupos como el Partido Popular Europeo, los socialdemócratas, los liberales, ecologistas y comunistas echaron en cara al Ejecutivo italiano que lance discursos populistas sobre las élites burócratas de Bruselas o busque nuevos apoyos geopolíticos como el del Gobierno ruso en vez de remar dentro de una política europea que beneficie a todos.

“Hablan la Liga y el Movimiento 5 Estrellas sobre ir contra las élites, pero ahora que están en el Gobierno son ustedes esa élite de la que hablan”, declaró el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber.