Por primera vez, el Anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual del Gobierno incluye a los menores como víctimas de esta violencia. Como novedad principal destaca la creación de centros para su atención integral, en un modelo similar al que ya existe en otros lugares de Europa, conocidos como Barnahus. Fuentes del departamento que dirige Irene Montero explicaron que esta norma promoverá protocolos y atención específica para los niños que sufran agresión sexual, unas medidas que servirán para reforzar la ley contra la violencia en la infancia, que ya se tramita en el Congreso. Por tanto, estas mismas fuentes, no consideran incompatibles ambas normas. A su juicio, no se podía hacer un texto sobre violencia sexual sin incluir y proteger a los menores que sufren estas agresiones, ya que estaría incompleta.

Como principal novedad en esta protección, el ministerio plantea adoptar las casas de niños que también se están implantando en muchos puntos de Europa. Se trata de centros en los que expertos en la materia atienden a los menores víctimas de maltrato o abusos sexuales, evitándoles así tener que declarar en una comisaría. Su testimonio lo podrán realizar en ese mismo lugar en el que han sido acogidos, en un entorno agradable y respetuoso con sus necesidades.

El objetivo de Igualdad es evitar la revictimización del menor y ofrecer garantías, tanto de un testimonio en condiciones de seguridad, como de una investigación satisfactoria del caso. Si se imita completamente el modelo Barnahus, que llegó a Islandia a finales de los 90, estos centros deberían actuar en estos casos de abuso sexual con una unidad centralizada en la que trabajadores sociales, psicólogos, médicos, policías y jueces trabajan juntos bajo un mismo techo.

Huérfanos de feminicidio sexual

Los centros de acogida no son la única novedad en esta ley que incluye a los menores. Fuentes del ministerio indicaron que también buscan la protección de aquellos que se han convertido en huérfanos por feminicidio sexual -el homicidio de mujeres vinculado a la agresión sexual-, una violencia que no está reconocida como tal en la normativa española.

De hecho, será la primera vez que el feminicidio sexual se recoge en un texto. Aun así, la fuentes precisaron que se incluye solo en términos de estadísticas, ya que sus datos deberán aparecer desglosados, y también en relación a la orfandad de los hijos de estas víctimas.

Por otro lado, otra de las intenciones del Ministerio de Igualdad que dirige la ministra Montero es que los menores víctimas de abusos sexuales tengan los mismos derechos que los huérfanos de la violencia de género y puedan cobrar una pensión de orfandad en igualdad. Los huérfanos de violencia machista cobran, desde marzo de 2019, una pensión mínima de 600 euros, hasta los 21 años, prorrogable hasta los 25 en el caso de estar cursando estudios. Desde esta reforma del año pasado se iguala, además, a los huérfanos de estas víctimas cuyos padres están en la cárcel por el delito de violencia de género.

Protección

El borrador de la nueva Ley de Libertad Sexual incluye a los menores como víctimas de abusos. Este anteproyecto consiste en establecer itinerarios específicos para la infancia, que permitan detectar casos de violencia y ofrecer a las víctimas una atención integral y especializada.

Centros

El ministerio plantea adoptar las casas de niños que se están implantando en diferentes puntos de Europa. Se trata de centros en los que los expertos en la materia asisten a los menores víctimas de maltrato o abusos sexuales, evitándoles tener que declarar en comisaría.

Huérfanos

La nueva ley busca la proyección de los huérfanos por feminicidio sexual, una violencia que no está reconocida como tal en la normativa española y será la primera vez que se recoja en un texto.

Prestación

Otra de las intenciones es que los menores tengan los mismos derechos que los huérfanos de violencia de género y puedan cobrar una pensión de orfandad en igualdad. Estos cobran desde marzo de 2019 una pensión mínima de 600 euros.