ADIE quiere recordar los meses de encierro. Y mucho menos aquellos que regentan un local. Algunos han sobrevivido, otros en cambio no podrán volver a abrir. Las academias de Bilbao afrontan un inicio de curso lleno de incertidumbre, marcado por nuevos cambios debido a la crisis sanitaria. Las clases extraescolares para los más pequeños o escuelas dirigidas a un público más adulto son imprescindibles para su crecimiento profesional y personal. No obstante, el miedo a posibles contagios ha hecho que en algunos casos el número de matriculaciones no sea el esperado por los centros bilbainos. Para preservar la seguridad de todo el alumnado y profesorado han tenido que limitar su aforo, adaptar los espacios a esta situación con distanciamiento social, contratar servicios de limpieza y diseñar un nuevo mapa de entradas y salidas. St. George English Academy, el estudio de Ballet Clásico de Teresa González Ardanaz, los gimnasios Mugendo y la escuela de fotografía documental Blackkamera, todos ellos de Bilbao, cuentan a DEIA en primera persona cómo va a ser la vuelta a las aulas y qué medidas han adoptado para que todas las clases sean seguras. Son conscientes de que la normalidad no volverá hasta que logremos vencer al coronavirus, pero estos son los primeros pasos para que todos y cada uno de ellos vuelvan a mostrarles a la ciudadanía lo mejor que saben hacer, pero esta vez con un nuevo cometido: hacerles ver que pueden contar con ellos y confiar en su trabajo.
Denis DaveyDirector general de St. George academy
"Los cambios que hemos hecho son funcionales"
St. George English Academy de Bilbao ya ha puesto a prueba las medidas que introdujo en marzo
Denis Davey en la academia St. George. Foto: José Mari Martínez
El 28 de este mismo mes la academia de inglés St. George dará comienzo a un nuevo curso escolar y recibirá a cerca de 500 alumnos. Nuevos o veteranos, a algunos de ellos no les ven desde que se decretó el estado de alarma. "Sabemos que no va a haber la misma aceptación que otros años, pero es absolutamente normal", afirma su director, Denis Davey, que no ha parado de trabajar desde marzo introduciendo nuevas medidas adaptadas a la actual crisis sanitaria que garanticen la salud del alumnado y sus trabajadores. "Contratamos a un arquitecto y midió las distancias entre alumnos. Pusimos mamparas, una alfombra desinfectante y geles por todas partes. También hemos implementado una nueva forma de andar por la academia. Tenemos una entrada y tres salidas, y todo el que entre tendrá que seguir las flechas del suelo", informa Davey. Todos estos cambios ya han sido testados con clases que se impartieron en julio, y puede constatar que "son funcionales".
Metro y medio de distancia, mascarilla, toma de temperatura... Pero las medidas introducidas van más allá. En este nuevo curso el alumnado tendrá que llevar su propio material escolar de casa, si quieren ir al baño tendrán que pedir permiso y una vez utilizados serán desinfectados de inmediato. "Hemos contratado también un servicio de limpieza que estará todo el día para que se limpie todo de arriba abajo, y preparar así la siguiente clase", cuenta.
Las clases on line no se descartan, tal y como ocurrió durante el confinamiento, aunque Davey opina que las clases presenciales son las más adecuadas. "Están los que piden estudiar desde casa y los que piensan que no valen para nada. No podemos vivir con miedo siempre. Hemos adaptado todas las medidas necesarias para que el curso sea seguro para todos", concluye.
Teresa González Ardanaz
Estudio de Ballet Clásico Teresa González Ardanaz
"Es emocionante abrir y reencontrarte con la gente. Cerrar un negocio es duro"
Teresa González abrió su estudio el pasado día 2 después de permanecer seis meses cerrado
Teresa González, en su estudio, impartiendo una de sus clases de ballet clásico. Foto: José Mari Martínez
Su voz muestra ilusión y emoción. Emoción por recuperar el tiempo en el que su negocio ha permanecido cerrado. Han sido nada más y nada menos que seis meses. Las puertas de su estudio de Ballet Clásico abrieron el pasado día 2 y confiesa que ya desde por la mañana se encontraba nerviosa. "Es muy emocionante reabrir y encontrarte de nuevo con la gente. Además, me llovieron mensajes de ánimo por todos los lados y es que es muy duro tener un negocio cerrado tanto tiempo".
La vuelta no ha sido como la de años anteriores, pero sí que se puede constatar que ha sido la más especial. "Nos vimos las caritas después de tanto tiempo, lo poco que podíamos. En sus miradas se notaba que tenían ganas de volver", cuenta al mismo tiempo que explica que la respuesta de los alumnos y padres "ha sido muy positiva". "Les hemos hecho saber en todo momento el protocolo que íbamos a llevar a cabo y la gente tiene bastante confianza en la escuela".
En este nuevo curso que empieza la matriculación será más acotada, puesto que el aforo es más reducido. Contarán con un total de doce personas por clase y no con 15 o 20 como sucedía en años anteriores. "En esta circunstancia tan especial entiendo a los padres que me llaman y me dicen que no están convencidos de empezar. Comprendo a todo el mundo porque cada uno ha tenido una realidad. El estudio les va a apoyar en la decisión que tomen y la vamos a respetar 100%", apunta González.
Con más ganas que nunca, durante estos meses trabajarán duro y retomarán poco a poco su actividad. "Somos centro oficial de la Royal Academy of Dance y las alumnas realizan exámenes oficiales todos los años. La convocatoria era en mayo, pero ahora toca prepararnos para noviembre", finaliza.
Jesús María Platón
Master Mugendo
"Queremos cuidar a toda nuestra gente"
Los centros Mugendo amplían sus horarios, ofrecen nuevas plazas y cuentan con nuevos profesores para este curso
Jesús María Platón, en uno de sus centros Mugendo. Foto: Oskar M. Bernal
El deporte ha sido un apoyo imprescindible para muchas personas durante el confinamiento. El Master Jesús María Platón de Mugendo y todo su equipo, compuesto por más de 30 personas, lo saben de primera mano puesto que se hicieron un hueco en las casas de sus alumnos para hacerles la cuarentena más amena con contenidos en directo y en diferido para toda la familia. "Sentíamos que nos tocaba poner nuestro granito de arena en esta situación", comenta Platón. "Los padres estaban muy contentos porque los niños tenían una motivación extra. Cuando se levantaban les preguntaban que cuándo les tocaba Mugendo", prosigue.
El 7 de junio abrieron todos los centros y ya habían aplicado todos los protocolos sanitarios. "Los pies se desinfectan antes de entrar, las clases son limitadas con distanciamiento de dos metros, el profesor da la clase con mascarilla... Somos muy rigurosos con todo", apostilla.
Con el inicio del curso escolar, Platón espera volver a coger el ritmo. Para ello, tienen nuevas plazas disponibles, han ampliado sus horarios y cuentan con más profesorado. "Hay que buscar flexibilidad para que la gente pueda entrenar cuando pueda. No sabemos si bajará el número de alumnos, pero estamos seguros que haciendo las cosas bien y teniendo sentido común saldremos adelante porque una cosa tenemos claro: queremos cuidar a toda nuestra gente", subraya.
Durante estos meses atrás, aunque han trabajado muy duro para dotar de contenidos inéditos a todos sus alumnos, su motivación para continuar ha sido el apoyo y el calor que ha recibido de todas las personas. "Me quedo con todos los mensajes que nos han mandado. Nos han agradecido el gran trabajo que hemos hecho y para mi eso es lo más importante. Sin todo mi equipo no hubiese sido posible", gratifica.
Josu Zaldibar
Director de la escuela de fotografía documental Blackkamera
"No podemos dejar de crear propuestas interesantes porque son muy seguras"
La escuela Backkamera, dirigida por Josu Zaldibar, contará con nuevos cursos y colaboradores
Josu Zaldibar con sus alumnos en una visita a la galería de arte Juan Manuel Lumbreras. Foto: J. M. M.
El tesón del grupo de alumnos de Josu Zaldibar, director de la escuela de fotografía documental Blackkamera de Bilbao, les ha llevado a ser los protagonistas de un proyecto que nació en el momento más inesperado. Se trata de una revista, Kamera Magazine, en la que se recopilan los trabajos realizados durante el confinamiento. "Una publicación online que reivindica la fotografía como herramienta narrativa para superar los obstáculos emocionales del confinamiento", describe en su página web. Todos ellos formaron parte del proyecto lanzado por la red social Instagram. De ahí nacieron más de 2.000 propuestas. "En septiembre verá la luz el siguiente número", dice Zaldibar orgulloso "hicieron un gran trabajo, presentaban un aspecto estupendo".
El 11 de mayo abrió su escuela y recibió las primeras citas. Ahora, con la mirada puesta en estos meses, adelanta que quedan muy pocas plazas para los diferentes cursos que se ofertan. Son varios los cambios que se han introducido en su academia, pero en su caso, las mejoras han sido un avance. "Hemos implementado dos cursos que antes no teníamos, hemos aumentado el número de profesorado, tenemos entre los colaboradores al coguionista del Hoyo, que tanto éxito ha tenido en Netflix, a tres miembros de la agencia Magnum... Creo que la gente va a disfrutar y nosotros vamos a hacer responsablemente lo que nos toca. No podemos dejar de crear propuestas interesantes porque todas son seguras", apunta el director.
Además, ante esta situación excepcional, Zaldibar apunta que ninguna persona se quedará atrás por motivos personales o laborales, y que para ello, todas las clases serán grabadas para que pueda seguir la clase correspondiente a través de Internet.