BARCELONA. Los Mossos d'Esquadra han detenido hoy al presunto autor del doble homicidio del pantano de Susqueda (Girona), ocurrido el pasado mes de agosto, un hombre de 60 años que ya fue condenado a quince años de cárcel por asesinar a su esposa en 1997.

Según han informado fuentes de la investigación, el detenido es Jordi M.G., vecino de Anglès (Girona), que ha sido arrestado esta mañana y que ya se encuentra en la comisaría de los Mossos en Santa Coloma de Farners (Girona), a la espera de pasar a disposición judicial.

El detenido no tenía, según los primeros indicios, ninguna vinculación directa con las dos víctimas del crimen, Marc H. L., de 23 años y vecino de Arenys de Munt (Barcelona), y Paula M. P., de 21 años y vecina de Cabrils (Barcelona), que habían acampado junto al pantano de Susqueda en agosto del pasado año, donde fueron asesinados a tiros.

Los Mossos d'Esquadra han podido dar con el sospechoso de este doble asesinato, uno de los principales crímenes que estaban aún sin resolver del pasado año, tras corroborar, a partir de distintos indicios, que se encontraba en el pantano el día del crimen y en otras ocasiones, ya que frecuentaba la zona.

El detenido, que tiene dos hijos mayores de edad, fue condenado en 1999 a quince años de cárcel por la Audiencia de Girona por haber matado dos años antes a su esposa, en su casa de Anglès.

En la sentencia, en la que se aplicó al acusado la atenuante de trastorno mental, el ahora detenido en relación con el doble crimen de Susqueda fue condenado por matar a su esposa cuando regresaba de un curso en Girona.

El hombre esperaba a su esposa en el interior de un vehículo aparcado en la calle Riu Ter y, cuando la mujer llegó a su altura, le descerrajó tres disparos y, posteriormente, cuando la víctima ya estaba en el suelo, hizo un cuarto disparo para rematarla.

El doble crimen de Susqueda ocurrió en agosto pasado, cuando los dos jóvenes, que estaban de vacaciones, tenían previsto visitar Tamariu, en Palafrugell (Girona) y el Montseny y hacer una excursión en un kayak, propiedad del chico, por el pantano de Susqueda, en el río Ter.

Los dos jóvenes fueron dados por desaparecidos el 24 de agosto pasado, si bien los cadáveres no fueron localizados hasta el 26 de septiembre, uno flotando en el agua y otro sobre una pared lateral del pantano, del río Ter.

El kayak inflable del joven con el que, al parecer, pretendían hacer una excursión por el pantano, apareció también en el agua, en una zona próxima a la que se encontró su coche hundido, el llamado coll Palomera.

Los Mossos d'Esquadra, que han mantenido varias líneas abiertas antes de dar con el supuesto autor del crimen, tratan ahora de descubrir por qué el hombre asesinó a los dos jóvenes, que fueron captados por una cámara de seguridad de una entidad bancaria pocas horas antes del crimen.

Además, los agentes también tratan de determinar si el hombre actuó sólo o con ayuda de alguien, al tiempo que siguen buscando el arma de fuego con la que supuestamente el detenido mató a tiros a los dos jóvenes.

El cadáver de la mujer, después de las autopsias realizadas, presentaba un disparo de bala en la cabeza, mientras que el del hombre mostraba heridas que se relacionan con una agresión con un objeto contundente, arma blanca o quizá también de fuego. Esa última opción daría validez al testimonio de una persona que vive cerca del pantano y que asegura que el día de la desaparición oyó cuatro disparos y un grito.

La policía creía que serían dos los asesinos que acabaron con la vida de la pareja y que intentaron que los cadáveres desaparecieran bajo el agua con mochilas llenas de piedras. Los dos cuerpos aparecieron desnudos, uno flotando en el agua y el otro sobre una pared del pantano.

Los dos jóvenes se encontraban de vacaciones en el momento de la desaparición y tenían previsto hacer una excursión en un kayak por el pantano de Susqueda, embarcación que se encontró en el agua medio desinflada, al igual que el coche en que viajaban.