Bilbao - El pasado sábado se escapó del centro de acogida de menores de Amorebieta y la noche del lunes al martes decidió resguardarse del frío en el interior de un contenedor de papel y cartón en Durango. Lo que no se imaginaba el joven de 16 años es que el cobijo nocturno se convertiría en una ratonera para él. Un camión de recogida trasladó el contenido del contenedor en el que se había metido el joven hasta la planta de reciclaje ubicada en el polígono Boroa, de Amorebieta. La maniobra le cogió de improviso. No tuvo tiempo de reacción. Para cuando despertó ya se encontraba atrapado en el interior del camión.
“Ha sido un milagro que no haya fallecido. A este chico se le han aparecido la Virgen y todos los santos”. El gerente de la planta de reciclaje Beotibar Recycling, Iñigo Jalón, explicó a DEIA que el joven viajó en el camión “compactado” y permaneció tres horas en el interior del vehículo estacionado en la empresa. “Podríamos estar hablando de un fallecimiento. Estamos contentos de que la historia haya tenido un final feliz y de que el chico se encuentre en buen estado, aunque esté magullado”, agregó.
Fueron sus gritos los que alertaron a los camioneros antes de que estos comenzaran a descargar el contenido del vehículo. En un primer momento, los empleados pensaron que podría tratarse de algún gato que se había colado en el interior. Pero no. Su sorpresa fue mayúscula cuando al mirar en el interior vieron a una persona que se asomaba entre cartones y que se quejaba de dolor. “Ha tenido mucha suerte porque lo más probable es que haya podido respirar dentro de una burbuja. Podría haberse ahogado en el trayecto hasta la planta”, destacó el gerente de la planta.
Tres horas en la empresa Al parecer, el joven, que se escapó del centro de menores de Amorebieta, se resguardó en el interior del contenedor para pasar la noche. El camión entró en la empresa a las 3.00 de la madrugada y no fue hasta las 6.00 cuando fue hallado por los empleados. “Estuvo tres horas dentro, cubierto de cartones, sin apenas poder moverse”, apuntan. “Si no hubiera sido localizado en ese momento, los operarios de la planta lo habrían visto en el momento de la selección manual”. Para Jalón, el hecho de que el menor solo sufriera magulladuras supone “un milagro” porque “podíamos estar hablando de una tragedia”.
Este no es el único incidente de este tipo registrado en Bizkaia, aunque sí el primero que ocurre en Beotibar Recycling. “En el sector ya ha pasado antes, pero no solo que se haya detectado a la persona dentro de las instalaciones, sino que incluso dentro de los camiones, por los sistemas de seguridad que llevan incorporados. No es la primera vez. Y me temo que no será la última”, apunta. En este sentido, Jalón considera que este tipo de situaciones podrían evitarse si se realizase un cambio en el sistema de contenedores.
El joven fue trasladado al hospital de Galdakao para ser tratado de sus heridas.