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Jorge Arévalo: “Hay miles de personas en el paro muy bien formadas en cosas que el mercado no necesita”

Lakua ha dado luz verde a la primera Ley vasca de Formación Profesional, un modelo de formación a la carta basado en la innovación, el emprendimiento y la FP dual

Jorge Arévalo: “Hay miles de personas en el paro muy bien formadas en cosas que el mercado no necesita”Jorge Muñoz

Gasteiz- ¿Habrá falta de mano de obra cualificada en la industria?

-La previsión es que en dos años pueda haber problemas para cubrir puestos. Con la recuperación económica surgen dos problemas: a mayor actividad, empleo nuevo; y se va a jubilar mucha gente en todos los sectores, pero sobre todo en el sector industrial.

Es raro viendo las colas de Lanbide.

-A veces se nos olvida pero no es un problema nuevo. En 2005, en Gipuzkoa no se cubría el 21% de los puestos. Hubo una alarma y se empezó a pensar en cómo traer a gente de otras zonas del Estado. Desgraciadamente, llegó la crisis y solventó el problema de falta de mano de obra, pero produjo otros muchos mayores. Si seguimos al ritmo de crecimiento que parece que vamos a ir teniendo y, teniendo en cuenta las jubilaciones, vamos a necesitar mucha gente.

Hay miles de titulados en el paro que se darían de tortas por firmar un contrato.

-Es verdad que hay personas en paro y es cierto hay un grupo de personas en el paro muy bien formadas en algo que, desgraciadamente, el mercado a día de hoy no necesita. Esto genera un desequilibrio que lleva a la necesidad de recualificar a la gente para los empleos futuros, algo sobre lo que Lanbide ya está trabajando en colaboración con la FP y la Universidad.

¿Dónde están los nichos de empleo?

-Vamos a presentar un estudio sobre las necesidades del mercado que hemos realizado junto a Confebask y el Departamento de Competitividad y Desarrollo Económico. Hemos hecho una macroencuesta a miles de empresas para saber a corto, medio y largo plazo sus necesidades y los perfiles que requieren. Y se va a crear empleo en sectores muy diversos.

¿Y puede avanzar algo?

-El clúster GAIA nos ha trasladado que en 2016-2017 necesitarán unos 1.400 de profesionales en los sectores de la electrónica, tecnología de la comunicación y la informática dirigidos al ámbito industrial. También tenemos los datos sobre las necesidades del sector industrial dirigido a la fabricación avanzada, industria 4.0; en la edificación inteligente necesitamos personas que trabajen la rehabilitación con criterios de sostenibilidad. Comercio internacional es un campo que va a tener recorrido porque tenemos 6.000 plantas en el extranjero. Fabricación mecánica, por supuesto; programación de la producción; informática, ámbito de la industria creativa...

¿A la industria poscrisis no le valen los perfiles actuales?

-La transformación de la FP vasca los últimos tres años nos ha preparado para poder hacer el cambio bien en el sentido de que sabemos qué es lo que se necesita y tenemos la capacidad estructural y organizativa para formar especialistas y recualificar a la gente para llevarla hacia los puestos nuevos. La recualificación es clave porque, como ha dicho, la evolución de los puestos de trabajo ha sido mayor de lo que la gente piensa, sobre todo a nivel de la complejidad tecnológica y los procesos productivos.

¿La nueva Ley vasca de FP responderá a ese dinamismo del mercado?

-El lehendakari marcó un objetivo a la FP, estar preparados en la salida de la crisis para apoyar la competitividad de las empresas y mejorar la empleabilidad de las personas. Los cambios que introduce la Ley suponen flexibilizar la formación para satisfacer las necesidades de una empresa o grupos de empresas, creando formación a la carta, FP dual y un sistema de reconocimiento de las competencias profesionales ligado a la recualificación. Es un círculo.

La Ley propone la creación de especialistas a la carta. ¿Cómo?

-El Ministerio tiene previsto publicar cursos de especialización, la CAV cogerá aquellos que nos sirvan y desarrollaremos programas propios para satisfacer las necesidades concretas que nos planteen las empresas.

¿En cuánto tiempo pueden crear un nuevo programa?

-En tres meses tenemos preparada la formación para preparar a gente de una empresa o a estudiantes.

¿Cuánto duran?

-Entre 800 y 1.500 horas, depende de la complejidad. El Ministerio está planteando cursos de entre 500 y 600 horas y nosotros entre 8.00 y 1.000 o 1.100, aproximadamente. Y si se hace en la modalidad de FP dual, estaríamos hablando de 3.500 horas.

¿El certificado de especialista servirá en el Estado?

-El Gobierno vasco certificará el curso y servirá aquí o en Badajoz, otra cosa es que la validez como tal es de ámbito vasco. Vamos a trasladar todos nuestros cursos al Ministerio por si los quiere aplicar en otras zonas, lo que le daría rango de oficial y por tanto homologable en Europa.

Al margen de la especialización, los ejes de la Ley son la innovación y el emprendimiento. Sin duda es una Ley muy ambiciosa. ¿Se corre el riesgo de llevar al límite al sistema por pretender abarcar demasiado?

-Me parece una afirmación interesante de la que discrepo. ¿Es una ley ambiciosa? Sí y tiene que serlo porque nace pensando en que tiene que durar. Además no parte de cero, desarrolla la Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida de 2013 y nos pone al día de lo que está ocurriendo ahora.

Disculpe, pero eso tampoco da mucha seguridad en un país con leyes educativas de quita y pon.

-La diferencia, en Euskadi y con esta ley, es que ha llegado al Consejo de Gobierno con un consenso muy amplio por parte de todos o casi todos los agentes implicados. En el proceso, evidentemente, hemos tenido que hacer cambios, porque suelen decir que lo mejor no es sinónimo de lo bueno y lo bueno es en lo que todos coincidimos. Puede parecer una Ley muy ambiciosa, porque lo es, hemos montado un modelo nuevo de FP que combina formación, innovación y emprendimiento. De hecho lo que más le ha gustado a la Comisión Europea es este planteamiento moderno.

¿Por qué este modelo y no otro?

-Porque es importante aplicar en las pymes la innovación en su proceso productivo o en un producto. Y eso requería que pusiésemos toda la carne en el asador. ¿Qué hicimos? Probar. Y hemos comprobado que los centros de FP pueden apoyar la innovación aplicada.

Sonar, su música suena bien... Pero la innovación nace del conocimiento, de la investigación, algo que es propio de la Universidad, de los grupos de investigación. ¿Van a poner a la FP vasca a investigar?

No, a innovar.

Ya, pero no se innova de la nada.

-Si me permite, desde mi punto de vista la innovación no nace del conocimiento, nace de la creatividad. Necesitamos gente que piense en cosas diferentes para hacer las cosas de otra manera. Porque al final, ¿para qué innovamos? Para hacer cosas diferentes o mejor que otros. Hay dos tipos de innovación: la incremental, para mejorar lo que tengo, y la disruptiva, es decir, hago algo que no hacía. Y nosotros buscamos la disruptiva, meter en la FP la innovación aplicada orientada a las pymes.

¿Y somos capaces?

-Sí, en un primer escalón. Una de las claves de la ley es el aprendizaje en la innovación, no existe en Europa nada parecido. Las personas que estudien en la nueva FP vasca van a tener capacidad de innovación en su puesto de trabajo, algo que ahora no ocurre.

¿Se puede enseñar la creatividad?

-Claro, y esta es una de las cosas más interesantes. Hemos creado el Instituto Vasco de Creatividad Aplicada, cuyo cometido es ayudar a que los estudiantes de FP sean más creativos. Este es uno de los mayores retos y lo hemos cogido con muchísimas ganas porque vamos a obtener resultados muy interesantes en poco tiempo por lo que hemos visto en algunos ciclos y en algunos centros.

Creatividad, innovación... Habrá quien piense que lo importante es que un electricista sepa hacer una instalación eléctrica y listo.

-La gente se tiene que dar cuenta de que esto va más allá. Las empresas exigen a personas que sean autónomas en su propio pensamiento, capaces de aportar cambios en lo que están haciendo, ya sea un producto, un proceso o un servicio. Esto que parece sencillo no lo es. Supone un cambio de modelo, pasamos de un modelo que trabaja las habilidades, las destreza y a partir de ahora además se enseñará a pensar de otra manera.

¿Todo esto como se lleva a un aula?

-Con nuevas metodologías, cambiado la tipología de aula, la organización del centro, incidiendo en la formación del profesorado, dando las clases como aprendizajes, desarrollando lo que es el contexto de trabajo de forma diferente...

¿Y cómo encaja el emprendimiento en un modelo orientado a satisfacer las necesidades de la empresa?

-Cuando hablamos de emprendimiento no solo hablamos de crear empresas, que también, estamos hablando de hacer que las personas sean gerentes de su propia vida. Si lo conseguimos, habremos conseguido a un emprendedor nato. Estamos buscando que las personas sean capaces de organizarse en el ámbito personal y profesional y que, además, aporten nuevas ideas.

O sea, que cuando la Ley habla de emprender no significa que la FP vasca se haya unido a la liga del autoempleo como salida.

-No. Evidentemente, se les explica esa parte y les animamos a crear una empresa si tiene salida. Ese año hemos creado 71 empresas. Hablamos de cómo interiorizar en los chicos y chicas la cultura emprendedora, que sean emprendedores en su vida, en el deporte, en casa o en una empresa. Si logramos eso les habremos dado una herramienta clave para que puedan afrontar unos tiempos interesantes pero complejos.

FP dual vasca. Está en boca de todos, pero pocos saben qué es.

-Nuestra FP dual no es la alemana, ni la suiza que son magníficas, pero para su cultura, para un tipo de empresa y un tamaño concretos. Nosotros hemos hecho una FP dual para el País Vasco. Son diferentes porque los objetivos son diferentes. Alemania, excepto en el periodo de la II Guerra Mundial, ha tenido muy pocas crisis y se puede permitir dar una formación amplia o centrarla en un proceso productivo o, como ocurre en Suiza, en una máquina concreta. Obtienen especialistas en ese proceso, producto o máquina a los que luego van recualificando. Nosotros, en cambio, tenemos crisis cada cierto tiempo...

Cada ocho años...

-Más o menos. Nosotros preparamos personas para que puedan trabajar en un mismo sector productivo o en diferentes puestos de una misma empresa, lo que supone que le tengo que dar una formación técnica y trasversal muy buena. Trabajamos con esa amplitud, que es lo que nos diferencia de otras FP duales, trabajamos en base a competencias y Alemania no. En Alemania diseñan muy bien la formación las cámaras de comercio con las empresas, el 75% lo pagan las empresas y el 25% el Gobierno.

Es más justo ya que las empresas invierten por la formación a la carta de sus especialistas.

-Evidentemente, pero es una cultura que lleva muchos años en Alemania. ¿Esa cultura se puede trasladar al sur de Europa? No, pero ni a Francia, ni a Italia, ni al País Vasco.

¿Por nuestra visión del estado del bienestar?

-Porque en nuestro desarrollo de la FP la implicación de la empresa ha sido otra, porque hemos hecho un buen trabajo y hemos ido dando respuesta a las necesidades que tenían.

Pero el gratis total es cómodo, como las críticas que hacen ahora de la FP sobre la falta de cualificación. ¿Las empresas no pueden hacer más por una FP dual que no llega al 5% del alumnado?

-Las empresas vascas se han implicado, incluso han equipado centros enteros. Pero es cierto que, por cultura, nunca se les ha pedido que aporten dinero para sacar adelante un perfil de profesional porque en nuestro concepto de la sociedad del bienestar la educación es gratuita. También se han volcado en la parte de formación en los centros de trabajo, acogiendo a los chavales en las prácticas, ahora colaboramos con 8.000 empresas.

Sí, pero esa implicación ha sido bastante tibia con la FP dual. ¿Porque tienen que pagar al aprendiz?

-La FP dual es otra cosa. No son tres meses que cojo a un becario y listo. Aquí hay que tener un tutor de empresa, un tutor de centro, hay que pagar durante uno o dos años al alumno. Es un modelo de aprender a través del trabajo, no de trabajar aprendiendo. El matiz es importante para estar de acuerdo con los agentes sociales, la FP dual no es trabajo encubierto. Estamos saliendo de la crisis, el 90% son pymes, es un esfuerzo para ellas y lo sabemos, pero la recepción está siendo buena y yo creo que esto va a tener recorrido.

¿Hasta dónde?

-El objetivo es que el 50-60% del alumnado estudie en FP dual en 2020, unos 7.000 estudiantes.

Sinceramente, ¿eso es realista?

-Sé que es un objetivo ambicioso y que va a ser muy difícil llegar, pero lo hemos planteado porque el crecimiento puede ser exponencial. Este curso hay 708 alumnos y 453 empresas en FP dual, por lo que para 7.000 necesitaríamos unas 5.000 empresas. Usted puede decir que es misión imposible. Y realmente puede parecerlo, pero siendo optimistas solo hace falta convencer a 5.000 de las 8.000 empresas con las que colaboramos para que participen en la FP dual en los próximos cinco años.

Espere que lo paso a limpio. Dice que se va a convencer a 5.000 empresas de que en vez de tener a un becario en precario total tres meses contrate a un aprendiz durante uno o dos años.

-Le planteo una reflexión. La sustitución de una persona que lleva 30 años en la empresa por un joven sin experiencia le cuesta a la empresa por lo menos de seis meses a un año para que esa incorporación vaya cogiendo el ritmo. Con la FP dual un estudiante lleva uno o dos años con la empresa, conociendo la cultura de la empresa, sus procesos, su forma de hacer, los productos, esa persona va a llegar mucho más preparada. Es decir, que se reduce las diferencias entre la persona que entra y la que sale, lo cual es un beneficio neto para la empresa.

Intangible.

-Intangible sí, pero neto, porque por muy bien que lo hagamos en los centros, un centro no puede sustituir la formación de una empresa para ajustarla a sus necesidades.