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Jon Darpón: “Los sindicatos nos han castigado más de lo que el Gobierno merece”

Aunque lleva trabajando en Osakidetza 28 años, a Jon Darpón, médico y curtido gestor, le ha tocado liderar una sanidad pública en tiempos de crisis que intenta sortear sin mermar recursos

Jon Darpón: “Los sindicatos nos han castigado más de lo que el Gobierno merece”

Gasteiz - El consejero de Salud, Jon Darpón (Bilbao, 1959) se encuentra razonablemente satisfecho de la gestión realizada aunque admite que “claro que en un servicio tan grande como el nuestro, al consejero de salud le aprieta el zapato en algún equipamiento que le habría gustado renovar, en servicios que le gustaría mejorar... pero lo vamos haciendo en la medida de nuestras posibilidades”.

Después de la tempestad del pasado ejercicio, huelgas y protestas incluidas, ha comenzado el nuevo curso en un ambiente laboral inusitadamente tranquilo.

-Lo que toca es el periodo de tranquilidad que vivimos ahora. Lo anormal han sido los dos primeros años en las relaciones laborales. El objetivo del sistema sanitario es que atendamos bien a las personas y sin conflictos en un entorno cambiante. No era igual en la primera época que nació Osakidetza -cuando lo importante era la transferencia del Insalus y hacerlo encajar con lo que teníamos- que ahora que abordamos un periodo muy complejo de envejecimiento y cronicidad. Esto es lo que nos ha tocado, intentar que con el dinero que tenemos se sostenga bien todo el sistema de salud.

Pero han tenido a los sindicatos radicalmente en contra.

-Desde el punto de vista sindical se nos ha castigado más de lo que el Gobierno merece. Pero el castigo no ha tenido reflejo ni en el ciudadano ni en los trabajadores. Porque este no es un gobierno neoliberal. Dedica el 70% del presupuesto a políticas sociales y eso es un hecho en cada presupuesto. Además es un gobierno dialogante. Ha dado muestras solventes de practicar una política laboral bastante solidaria dentro del entorno legal y del marco existente. La primera medida fue adelantar la paga extra que no se abonó en el año 2012. La segunda fue que, con una legislación básica que obligaba al Estado a pasar a todas las administraciones a 1.650 horas, las dejó en 1.614, 36 horas menos que en el resto de comunidades.

¿La OPE convocada este otoño ha servido para calmar los ánimos?

-Tenemos en marcha una OPE en Osakidetza, en Educación, en la Ertzaintza, en parte de Justicia que está transferida... Ello a pesar de que tenemos unos condicionantes importantes para convocar ofertas públicas de empleo. El gobierno ha dado una muestra clara de compromiso con Osakidetza y con el mantenimiento del sistema público de salud. Y de ahí la financiación. Somos la comunidad que más dinero dedica a sanidad por persona; 1.568 euros. Ese es un dato objetivo. Y también está el compromiso de los trabajadores con el sistema de salud y con los pacientes. Esos dos factores hacen que el sistema sanitario y Osakidetza funcionen.

No solo los sindicatos se quejaban. Los afectados por hepatitis C organizaban concentraciones periódicas de protesta por el acceso a los nuevos fármacos.

-Lo que hemos dicho es que vamos a tratar a todos los pacientes con los nuevos tratamientos pero no a todos a la vez. Estamos haciéndolo con racionalidad. Y a día de hoy se han tratado más de 1.200 pacientes, fundamentalmente los que presentaban mayor riesgo de complicaciones. Se han hecho esfuerzos muy importantes de organización y económicos y estamos siguiendo exclusivamente criterios médicos.

Cuando salen al mercado nuevas terapias como éstas, que son carísimas, parece que el sistema va a ser incapaz de costearlas.

-En sus 33 años de historia, Osakidetza siempre ha incorporado aquellos fármacos que han salido al mercado y que entendemos que van a suponer una mejora para los pacientes. Eso es así y no va a cambiar.

¿Considera el consejero que las actuales listas de espera en cirugía o en determinadas pruebas diagnósticas son asumibles?

-Es una cuestión que está en la agenda diaria de cada uno de los jefes de servicio y de la dirección de Osakidetza. ¿Tenemos problemas con las listas de espera? Evidentemente, los ha habido siempre. Si el sistema funcionara solo, sobraría el consejero, el director general y la mayoría de directores. ¿Nos gustaría estar mejor?, sin ninguna duda. Pero no podemos trabajar con una lista de espera 0 porque eso implicaría tener profesionales y quirófanos en espera de que vengan los pacientes. Yo creo que estamos razonablemente bien. Para aquellas cosas urgentes, cirugía cardiovascular, neurocirugía, cirugía oncológica, la demora es muy baja. Tenemos más demora en cirugías de menor complejidad, cataratas, varices, artroscopias... Y claro que nos gustaría mejorar las listas en consultas y en pruebas complementarias.

Antes de verano, usted también protagonizó una polémica sobre la vacuna de la varicela.

-Lo que dijimos es que no era el ministro el que debía anunciar modificaciones del calendario de vacunas en un congreso de Pediatría. Nunca hemos dicho que íbamos a ceder nuestro calendario al Ministerio. Esta legislatura se ha hecho una revisión del calendario vacunal infantil, tanto en modificación como en ampliación, que es la más completa de las nueve legislaturas precedentes. Tenemos un calendario de los mejores de Europa y una cobertura en vacunación infantil del 95% en las más importantes. Y siempre las decisiones se han tomado en base a los criterios de los expertos, el Consejo Asesor de Vacunación de Euskadi. Por lo tanto, en el consejo interterritorial manifestamos que no estábamos en contra de adelantar la vacuna de la varicela sino que íbamos a trasladar la decisión al consejo. De hecho, la vacuna se va a adelantar a los 15 meses y se va a financiar antes en Euskadi que en bastantes otras comunidades.

¿A qué obedece ese viraje del PP en materia de vacunas, de asistencia a inmigrantes...? ¿es una cuestión electoral?

-En esta legislatura hemos tenido grandes diferencias con el PP en materias como la universalización de la asistencia, en el copago farmacéutico, en el calendario vacunal y la introducción o no de determinadas vacunas. Y hemos tenido diferencias en la política laboral respecto a jornadas y tasas de reposición en las ofertas públicas de empleo. Yo creo que con las elecciones convocadas para el 20 de diciembre, el Ministerio únicamente está rectificando por el rechazo social que generan determinadas medidas y por la necesidad de resultados electorales.

También se mostraron en desacuerdo con la financiación de la estrategia para la hepatitis C.

-Sí hemos estado absolutamente en contra de financiarlo a crédito. Se nos anunció que habría una reunión con Hacienda para ver cuál era la forma de participación de Euskadi que no se ha producido. Todos los pacientes vascos que se han tratado este año han sido tratados con el presupuesto del Gobierno vasco. Y los del año próximo también.

Hablando de sistemas sostenibles. Euskadi es líder en cirugía robótica pero ¿es normal que un robot tan caro como el Da Vinci haga solo una intervención al día en el Hospital de Cruces?

-Osakidetza siempre ha incorporado la tecnología que da buenos resultados. Pero por qué se hace una intervención al día o dos no se debe a una infrautilización del robot sino a que hay cirugías que duran más de cuatro o cinco horas y en una jornada no puedes hacer más de una. Además los cirujanos, a medida que van cogiendo experiencia, van acortando los tiempos. Tenemos dos robots Da Vinci en Bizkaia, uno en Araba y otro en Gipuzkoa. Dan resultados muy buenos en la cirugía oncológica y especialmente en la urológica y su implantación ha sido una decisión correcta.

La renovación de equipos es una tónica de Osakidetza. Ahora se encuentran en periodo de adquisición de aceleradores lineales.

-Tenemos un plan de renovación tecnológica especialmente en el área de radioterapia. Contamos con diez aceleradores lineales en Osakidetza que, considerando el número de habitantes y la incidencia de cáncer en nuestra comunidad, da un ratio adecuado. Estos equipamientos tienen una vida media entre diez y doce años y cuando llegan al final de su vida útil hay que cambiarlos y es lo que toca este año en Cruces, el próximo en Basurto y posteriormente en Donostia.

¿Todo eso asumible con el presupuesto actual?

-A lo largo de mi experiencia, tanto cuando vivíamos épocas económicas fuertes como en etapas más austeras como la actual, siempre he oído voces cuestionando la sostenibilidad. Pero estamos por encima de los países de la UE-27 en gasto público en salud y tenemos un sistema que goza de confianza de los vascos. En las encuestas, el 80% declara que se siente bien o muy bien. Así que hasta ahora no nos hemos visto demasiado afectados por las necesidades económicas.

Sin embargo se enfrentan al reto de que se disparen las enfermedades crónicas. El envejecimiento en País Vasco alcanza su máximo histórico y ya hay 141 mayores de 64 años por cada cien menores de 16.

-Es cierto. Tenemos una de las sociedades más envejecidas de Europa. La esperanza de vida de los vascos es de 79,5 años y las vascas viven 86,5. Nuestro trabajo es adaptar Osakidetza a un entorno en el que va a primar el envejecimiento. Por eso estamos convencidos de que debemos potenciar más la promoción de la salud y los hábitos de vida saludables. También hay que personalizar la asistencia sanitaria. Hay que poner el foco sobre algunos grupos específicos, el de enfermedades raras, el de enfermos crónicos, el del cáncer y los cuidados paliativos al final de la vida. El futuro pasa por tener una atención primaria con más capacidad de resolución y mejor coordinada con los hospitales. En una sociedad envejecida, el reto consistirá en llevar la asistencia sanitaria al entorno comunitario y domiciliario, que es donde los mayores quieren estar, y para eso tenemos que ir de la mano con los servicios sociales.