IURRETA - Uno de los referentes en la industria del Duranguesado y seguramente de Bizkaia falleció el pasado día 5 de octubre a los 65 años de edad. Jesús María Alberdi Velar (Orozketa, Iurreta, 1949) comenzó su formación técnica en San Jose Maristak de Durango, más tarde culminaría los estudios de Maestría Industrial en la Escuela de Mondragón.
Desde muy joven mostró un “gran espíritu emprendedor” -afirma su familia- y con apenas 25 años, mientras trabajaba en la compañía guipuzcoana Anayak, dedicada a la fabricación de fresadoras, como subdirector de oficina técnica, conformó junto con su hermano Luis María su primera empresa dedicada a la construcción de utillajes. A los pocos meses abandonó su trabajo como asalariado y se dedicó a su empresa.
“Las cosas no eran fáciles y a base de sacrificio y mucha dedicación el proyecto salió adelante”, valora la familia. En alguna ocasión Jesús recordaba con buen humor que en aquella época llegó a trabajar “más de 2.000 horas extras”, evocan.
Aquel primer proyecto, fue el embrión a partir del cual, Alberdi asentó su crecimiento. Las actuales Sidepalsa, Talleres Izurza, Diviprec, Aeromec, Legutilan y Alberdi Ingeniería de Automatismos, suponen un fiel reflejo del espíritu que ha regido la vida de Jesús.
En estos días en los que tanto oímos hablar de innovación, el iurretarra siempre fue un hombre preocupado por el desarrollo tecnológico. La búsqueda de nuevos productos, nuevas soluciones que ofrecer al mercado, marcaron toda su trayectoria profesional.
De fuerte carácter siempre se exigió mucho a sí mismo y a los demás. Jesús, un hombre con una inmensa capacidad de trabajo, combinaba a la perfección su visión empresarial, su visión de negocio y un espíritu comercial difícil de igualar.
“En estos momentos en los que ya no está, es más destacable aun si cabe la serenidad con la que durante los últimos años, conocedor de la grave enfermedad que padecía, construyó las estructuras necesarias para que cada empresa fuese completamente autónoma y dispusiese de la estructura orgánica suficiente para asegurar su continuidad”, analizan “Hoy podemos decir con orgullo que el rumbo marcado por Jesús no tiene marcha atrás” confirman desde Sidepalsa, Ramón Alberdi, y una de la hijas del fallecido, Leire Alberdi, gerente de la empresa Diviprec.
apoyo al deporte Fuera del mundo industrial, Jesús fue también fundador, entre otros proyectos, de Open Klub, gimnasio de Durango.
Desde sus diferentes empresas apoyó el deporte, lo patrocinó e hizo una importante labor social al dejar un local a la Jaed, junta de ayuda de Durango e Iurreta. Hoy, el colectivo aún hace uso de ella en Kalebarria, vía del casco viejo de Durango.
Tanto desde Sidepalsa, como desde la familia, coinciden en que si Jesús hubiera vivido hasta los 90 años, nunca se hubiera jubilado. “De hecho, tres días antes de fallecer, aún sabiendo que le quedaba poco tiempo, seguía analizando nuevas ideas, nuevos proyectos que desarrollar”.
El pasado día 5 de octubre falleció, 40 años después de que constituyera su primera empresa. - I. G.