Almería - Francisca Díaz Torres, más conocida como Doña Pakyta e Hija Predilecta de Andalucía en 2010, falleció en su casa de Almería a los 103 años de edad, según indicaron fuentes de su círculo personal.

La empresaria almeriense, reconocida por su labor medioambiental, mantuvo durante toda su vida su interés por la conservación ecológica y sostenible de las más de 3.300 hectáreas que constituyen el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con lo que, desde su cargo de presidenta de honor del Grupo Playas y Cortijos supervisó las acciones que desarrolla la sociedad en el Parque.

El cuerpo de Doña Pakyta fue velado durante todo el día y noche en el Tanatorio de Torrecárdenas, lugar al que se desplazaron diversos conocidos, familiares y allegados. Tras ello, la capilla del propio tanatorio acogió la misa funeral antes de que el cuerpo de la empresaria fuera conducido al cementerio del Pozo de los Frailes, en Níja, donde descansan ya sus restos mortales junto a los de sus familiares fallecidos.

La muerte de Doña Pakyta provocó decenas de mensajes en la red social Twitter, donde se vertieron multitud de pésames a la familia. Entre ellos figuraba el del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, quien señaló que "gracias a su generosidad" el Ayuntamiento "hará de su casa un museo".

Doña Pakyta luchó a lo largo del tiempo contra la explotación urbanística en el Cabo de Gata, tratando de revalorizar los espacios naturales con construcciones rehabilitadas, como un cortijo del siglo XVII reconvertido en hotel o potenciando la agricultura y ganadería ecológica con 600 hectáreas de finca y cerca de 1.000 cabras celtibéricas blancas.

Convencida desde joven

Nacida en 1911, cursó sus estudios en el Colegio de la Compañía de María de Almería, y contrajo matrimonio a los 21 años con José González Montoya. Definida como una mujer de carácter animoso, inasequible al desaliento, amante del arte, viajera incansable, y consciente de la singularidad y belleza de la Sierra de Cabo de Gata, pronto toma conciencia de la necesidad de preservarla.

La empresaria dirigió y preservó junto con su marido hasta 1976, fecha en la que él falleció, la conservación del que hoy es el paraje "más emblemático y visitado" del Parque Natural, en torno a la Bahía de San José. Cuando en los años 60, las autoridades franquistas intentaron hacer atravesar por su finca la Autovía del Mediterráneo, el matrimonio González Díaz inició la urbanización ordenada del paraje más desolado de la zona, San José, imponiendo a las ventas limitaciones de edificabilidad y condiciones de protección ambiental.

Desde entonces, a través de sus empresas, Francisca Díaz impulsó en este enclave un urbanismo sostenible, respetuoso con el espacio y ejemplar en cuanto al uso de tipologías constructivas acordes con el entorno. Dedicada tradicionalmente a la producción cerealista y ganadera, la finca El Romeral ha acogido a lo largo de su historia proyectos innovadores como la apertura de una fábrica de cuerda de crin vegetal y la creación de una reserva de riego para alimentación del ganado.

En los últimos diez años se han invertido más de nueve millones de euros en la rehabilitación y puesta en valor de antiguas edificaciones de valor histórico y etnográfico. Actualmente, a través de una empresa creada por ella y gestionada por sus familiares, Francisca Díaz impulsaba iniciativas para orientar la reconversión de la finca hacia una oferta turística integrada con la forma de vida tradicional y la cultura del entorno. - E. P.