berlín. El pintor alemán Willi Sitte, el máximo exponente del realismo socialista y del arte por encargo en la extinta República Democrática Alemana (RDA), falleció a los 92 años, según informaron fuentes de la fundación que lleva su nombre.
El artista murió la madrugada del pasado sábado en su casa de Halle, en el este del país, a consecuencia de una larga enfermedad, añadió la misma fuente.
Presidente de la Asociación de Artes Plásticas de la RDA, entre 1974 y 1988, fue el máximo representante del arte oficial de la Alemania del Este desde la Guerra Fría y hasta la caída del Muro de Berlín en 1989.
"Su muerte nos deja profundamente afectados. Pero al mismo tiempo nos impulsa a trabajar para la proyección futura de su legado artístico", apuntó el presidente de la Fundación Willi Sitte, Hans-Hubert Werner, en un comunicado.
La entidad que lleva el nombre del artista, con sede en Merseburg, en las afueras de Berlín, conserva buena parte de la producción del pintor, que quedó alejado de los circuitos museísticos tras la caída del Muro y posterior disolución de la RDA, en 1990.
Las obras denominadas de propaganda de la extinta Alemania comunista quedaron incluidas un poco de refilón en algunas grandes exposiciones sobre el arte en la RDA recientes, como la que tuvo lugar en la Neue Nationalgalerie de Berlín, en 2003, o en Weimar (este del país), en 2012.
En ambos casos, la obra de Sitte se contempló como ejemplo del arte propagandístico al servicio la RDA, en contraposición de los valores surgidos al otro lado del Muro no encorsetados como arte oficial y que funcionaron por libre, pese a las presiones sobre sus creaciones.
Entre las obras más característica de Sitte está el Homenaje a Lenin, muestra de ese arte por encargo o subvencionado desde el Politburó, pero también grandes obras reconocidas por su valor artístico, por encima de ideologías.
A las órdenes de Hitler Sitte nació en febrero de 1921 en Kratzau, actual República Checa, y se formó como artista ya en Alemania, donde sirvió en las filas de la Wehrmacht de Adolf Hitler hasta 1944.
Un año antes del fin de la Segunda Guerra Mundial desertó para unirse a los partisanos italianos y tras la contienda se quedó en Italia.
En Milán, Venecia y otras ciudades italianas transcurrieron para él los primeros años de la posguerra, hasta que en 1947 regresó a Alemania, pero en territorio de la RDA, en cuyo partido comunista ingresó como militante.
A partir de ahí empezó a hacer carrera en los circuitos del régimen germano oriental, pese a que inicialmente había mantenido posturas críticas y hasta incómodas hacia las autoridades de la RDA.
Luego se consolidó como artista afín al régimen, llegó a ser diputado de la Asamblea Popular germano oriental y máximo responsable de su Asociación de Artes Plásticas.
Aún con la Alemania dividida, representó al arte de la RDA en la Documenta de Kassel en 1977.
Luego, con la reunificación alemana quedó postergado de la vida artística y vio truncado, entre un mar de disputas, el proyecto de ofrecer una amplia retrospectiva suya, en Nuremberg en 2001, con ocasión de su 80 cumpleaños.
Tuvo que esperar a alcanzar los 85 años, en 2006, para ver materializada la fundación que lleva su nombre lo que permitió conseguir una cierta rehabilitación en los circuitos museísticos.