MARKINA-XEMEIN. Hace menos de un mes ha fallecido Benjamín Arrillaga, pelotari que cruzó el charco para hacer las Américas y que acabó fraguando su vida en México, donde fue muy popular bajo el apodo de El Pavo Real. Durante sus actuaciones en el continente americano jugó siempre como Benjamín. Solamente en sus inicios más jóvenes en Euskadi lo hizo como Arrillaga. El puntista natural de Markina-Xemein, que murió a la edad de 68 años, debutó en Palma de Mallorca y tomó el avión para volar a Estados Unidos, donde continuó su progresión profesional en West Palm Beach, Daytona Beach y Dania. El final de su carrera fue en el país mexicano, tras haber competido también en Caracas, Venezuela. Benjamín fue uno de los pelotaris del cuadro de Daytona que participaron en la reapertura del club Deportivo de Bilbao en 1967, según recuerda con mente prodigiosa el puntista durangués Iñaki Gorostola Arrieta, quien también participó en aquella recordada jornada.
La velada de inauguración profesional -hubo otra de aficionados días antes- se celebró el 11 de octubre de 1967 y en ella la pareja Aranburu-Arrieta ganó por 30-25 a Alzibar-Zelaia. En el segundo partido, Urkola-Gorroño ganaron a Arrillaga-Etxabe II por 26-35. En el intermedio se jugaron quinielas que tuvieron como ganadores a Urkola y Antxia, como actualizó ayer el periodista Juanlu Ibarretxe.
Arrieta vivió con el de Markina y con Rafa Badiola durante tres años y medio en México capital. Atrás dejaban la huelga del 68 de Estados Unidos. Los tres del jai alai de Daytona pusieron rumbo a una ciudad tranquila entonces, Tijuana. Corría diciembre de 1968. "Benjamín era formidable, de buen humor, con un carácter ideal para compartir casa, dispuesto a lo que fuera", retiene Iñaki Gorostola.
El vecino de Arrillaga, el markinarra Txino Bengoa, le recuerda con aprecio. "Coincidí con él. Era una majísima persona: alegre, divertido, de muchos amigos", apunta el vizcaino. "Por diferencia de edad, jugué poco con él, pero le recuerdo como un delantero muy agresivo, bonito para verle jugar porque exhibía un juego rápido y alegre, como la vida", compara Bengoa.
Arrieta analiza su juego como "muy completo, bien con las dos manos, muy habilidoso, aunque no era muy alto, era muy habilidoso".
biografía El libro Cesta punta. Los profesionales de la especialidad, del markinarra Miguel Ángel Bilbao también comprende la biografía de Benjamín Arrillaga Etxebarrieta en México. Nació en Markina el 22 de enero de 1944 y debutó a los dieciséis años, el 1 de junio de 1960. Lo hizo en el frontón de Palma de Mallorca, conocido como el Balear. Allí también coincidió nuestro protagonista con Arrieta. "A Mallorca íbamos a hacer la mili como voluntarios, así a los 18 años ya te la habías quitado de encima", explica el de Durango.
A continuación, el futuro Pavo Real puso rumbo a Estados Unido y se vistió de puntista en los frontones floridanos de West Palm Beach, del año 1962 a 1965 y en Daytona Beach, de 1963 a 1967. Sus tres últimos años en el país norteamericano los jugó en el cuadro de Dania, de 1965 a 1968.
Las crónicas de aquella época ilustran que Arrillaga Etxebarrieta jugó en 1966 en El Paraíso de Caracas, capital de Venezuela y, por el mes de octubre, en el Municipal de Markina-Xemein. Un año después, reinauguró el Deportivo de Bilbao.
Su última época la dio en 1968 en Tijuana (México) y en el México del Distrito Federal capitalino entre 1969 y 1972. Este año, dejó el plano deportista para dedicarse a otros trabajos, pero en 1976 regresó a las canchas hasta 1984. Casado con una azafata de avión de la ciudad de Guadalajara, donde Arrillaga ha fallecido, se dedicaron al sector del comercio con una droguería.
El libro de Miguel Ángel Bilbao recoge también que Benjamín tomó parte en el homenaje al famoso zaguero mexicano Alfonso López, quien también fuera periodista taurino, por sus mil victorias profesionales, así como que perdió la final del torneo que se celebró con motivo del 50 aniversario del frontón de la capital mexicana. Arrillaga también disputó algunos encuentros en el frontón de Acapulco, adonde fue invitado junto a Arrieta, amigos contrincantes en la cancha.
El mote de Pavo Real se lo acuñaron en Tijuana. "En México ponen motes a todos, y como Benjamín era de caminar con el pecho hacia fuera, una forma muy propia suya de ir andando, de que iba satisfecho... le llamaron así", concluye con una sonrisa Arrieta, quien tomó parte el domingo en la comida de pelotaris organizada por Txino Bengoa que anunció DEIA y que se celebró en Markina-Xemein en un ambiente "inmejorable". Así, de alguna forman, Benjamín Arrillaga también estuvo presente.