Bakio. El pasado miércoles falleció un hombre en el que dos naciones crearon patria en su corazón: México y Euskadi. De padres exiliados por la Guerra Civil, Javier García-Urtiaga Torrontegi fue un empresario muy conocido al otro lado del océano Atlántico e hijo de una figura muy destacada del nacionalismo vasco, tal y como fue Martín García-Urtiaga, cuyo origen de procedencia era la localidad costera de Bakio.
Javier García-Urtiaga fue el presidente del Instituto vasco-mexicano de Cooperación al Desarrollo, dependiente del Gobierno vasco. Su oficina estaba en Ciudad de México y otras cuatro como ella funcionaron en Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas y Washington.
El objetivo de que el ejecutivo autónomo creara estas, a la postre, delegaciones del Gobierno vasco, fue potenciar las relaciones económicas entre los países, que participaban en temas de cooperación al desarrollo y servían de infraestructura al ejecutivo a la hora de que se organizaban viajes oficiales.
economía y política Las oficinas se cerraron al constituirse las fundaciones. Con todo, gracias a la labor desempeñada por García-Urtiaga se estrecharon las relaciones económicas y políticas entre Euskadi y México.
Afiliado al PNV, Luis García-Urtiaga Torrontegi tenía también empresas en la CAV y solía disfrutar de una casa en el municipio labortano de Donibane Lohizune. "Fue una persona muy abierta, sociable, comprometida con la causa vasca, venía todos los años", le recuerda Josu Legarreta, exdirector de Relaciones con las Colectividades Vascas entre 1986 y 2009 en el Gobierno vasco.
Javier García-Urtiaga, vasco de la diáspora, es recordado como comprometido impulsor de la cultura y la colectividad vasca de México, "importante apoyo de mil actividades" -le ensalza, Jaione Arrieta desde VascosMéxico.com-, de la propia Euskal Etxea de México DF, de la Delegación y de su Instituto precedente, "cuya ausencia deja un gran vacío en el seno de la comunidad vasco-mexicana", concluye.
Tras el fallecimiento su velatorio se llevó a cabo en el Panteón Francés de San Joaquín.
comercio exterior Javier estaba casado en el país azteca, donde tuvo hijos y nietos; él fue hijo de Martín García-Urtiaga un vizcaino que llegó a México en 1939 buscando un país en el que sentirse como en casa, como en su patria de Euskadi, dejando atrás un país que se tambaleaba entre la Guerra Civil y una dictadura. Él fue uno de los fundadores de la Compañía Mexicana de Comercio Exterior S. A. y de otras empresas más, según información aparecida en un estudio de Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes. Llegó a ser presidente del Centro Vasco de México. Martín, en su vida, conoció a personalidades ilustres del PNV como fue Manuel de Irujo, con quien mantuvo correspondencia para tratar asuntos de marcado carácter político.