Bilbao. Este sábado pasado, a los 94 años de edad, falleció Harry Wesley Coover, el inventor del pegamento Super Glue. Químico de formación, descubrió el componente del pegamento superadhesivo por casualidad, Coover no se enriqueció, sin embargo, con el producto, ya que el pegamento no alcanzó el éxito comercial hasta que su patente había caducado.

El inventor experimentaba con acrilatos para fabricar miras telescópicas durante la II Guerra Mundial y se encontró con el cianocrilato, el componente base del adhesivo. Dejó de usarlo, porque se pegaba a todo lo que usaba. En 1951, un compañero en el laboratorio de Eastman Kodak en el que trabajaba redescubrió el componente, registrado como el número 910, cuando pegó dos lentes de un caro refractómetro y no logró separarlos.

Fue entonces cuando Coover de dio cuenta de la oportunidad, según ha contado su hija, Melinda Coover Paul, a The New York Times, y siete años más tarde, Kodak lanzó al mercado la primera versión del Super Glue, bautizada como Eastman 910. Poco después, el científico mostró públicamente las propiedades del invento al aparecer en el programa de televisión I"ve Got a Secret (Tengo un secreto), presentado por Garry Moore.

Con un poco del adhesivo, pegó dos barras de metal, se agarró a una de ellas y fue izado en el aire. "¡Entonces Garry Moore saltó también!", recuerda la hija del inventor. "Era televisión en directo. Pero funcionó". Pese a ello, Kodak no consiguió rentabilizar el descubrimiento, y vendió el producto a National Starch en 1980. Coover siguió trabajando en la compañía hasta que se jubiló.

Harry Wesley Coover registró 460 patentes a lo largo de su vida e ingresó en el salón de la fama de inventores de EE.UU. en 2004. El año pasado, el presidente Barack Obama le concedió la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación. El químico acudió a recibirlo a Washington, pese a su delicado estado de salud.

Siempre disfrutó sabiendo que era conocido como el señor Super Glue. Uno de sus mayores motivos de orgullo fue que se usara su invento durante la guerra del Vietnam para detener las hemorragias de los soldados heridos.