Bilbao

El 30 de junio, un año después de tomar el mando de EITB, la actual dirección presentó a sus consejeros un informe sobre la situación de ETB-1, en el que se diagnostican los males por los que la cadena pierde audiencia de forma sistemática -dos puntos en el año de gestión de Alberto Surio-, pero no se ofrecen soluciones a corto plazo. El estudio ha estado liderado liderado por Joseba Arruti (director de Radio Euskadi) e integrado por Rosa Díez Urrestarazu (directora de Euskadi Irratia), Oihan Vega (Gaztea), Ander Arzak (ETB-1), Asier Sánchez (Informativos de ETB-1 y ETB-2), Jokin Agirregoikoa (de ETB-3) y Pello Salaberria (Departamento de Realización de ETB).

DEIA ha pulsado la opinión de expertos en el área de televisión, de representantes de los grupos políticos en el Consejo de Administración y de empresas del sector de la comunicación. José Luis Lizundia, consejero en representación de Euskaltzaindia, no ha querido opinar sobre el informe. Tampoco ha sido posible hablar con Joseba Arruti, a pesar de que este periódico lo ha solicitado a través del gabinete de prensa de EITB.

En el año de gestión de Surio no se ha realizado ningún cambio estructural en las franjas de ETB-1, salvo el traslado de la programación infantil a ETB-3, y para completar este hueco se ha recurrido a programas de relleno. Sin embargo, el informe se refiere a una programación obsoleta, destinada al área rural, sin oferta urbana para los espectadores vascoparlantes del siglo XXI y con una carga excesiva de retransmisiones deportivas.

En el análisis -se ha tardado cuatro meses en presentar este estudio- sólo se mencionan dos programas en emisión: Mihiluze -está bien considerado-, y Goenkale -sufre desgaste-, aunque dobla la audiencia media de la cadena. También se hace referencia a la serie juvenil Go!azen. Se la considera un éxito, pero los responsables de programación de ETB no han autorizado la segunda temporada. El actual equipo gestor del ente también quiere desligar los informativos de ETB-1 de los de ETB-2, algo que no se planteó en la temporada de otoño 2009, cuando se presentaron las novedades de esta área. En el informe no se explica cómo se quiere hacer y tampoco con qué medios se va a llevar a efecto. También se señala que la cadena debe tener un responsable exclusivo para la programación, pero un año después del cambio de dirección no se ha tomado ninguna decisión al respecto.

Según distintas fuentes, externas y de la propia EITB, existe una documentación completa sobre su programación y sus programas, sobre los resultados de los mismos, sus costes y su audiencia. "ETB tiene valoraciones internas y externas sobre cada uno de sus programas, tiene una documentación de análisis externo merecedora de la Q de calidad. Los redactores del informe ni la han consultado, ni la han documentado. Desconocen la programación de ETB-1. El informe olvida también que las televisiones públicas en Europa se gestionan a través de un Contrato Programa que establece unos objetivos y unos compromisos de servicio público. Los redactores no se han leído ni el Contrato Programa de ETB", concluye uno de los analistas.

La cadena registraba en julio de 2009 un 3,9% de audiencia, en estos momentos el share es del 1,9%, dos puntos menos. Pero la preocupación manifestada por Alberto Surio, Miguel Ángel Idígoras y por Patxi López no significa que los cambios vayan a ser a corto plazo. En septiembre, el equipo que ha realizado este estudio, más bien informe preliminar, abrirá las puertas a agentes sociales y consejeros para que opinen y aporten ideas que potencien el cambio en ETB-1. Por lo tanto, la próxima temporada la programación de esta emisora será prácticamente la misma que ahora se critica.

En el informe se habla de salvaguardar lo bueno que tiene la televisión en euskera: "Es un buen primer paso. El problema estriba en que el informe sólo cita el programa Mihiluze. Habría que pedir a la dirección de EITB que relacione los programas actuales que considere como buenos y que se deban de salvaguardar. Si ETB considera que sólo un programa es hoy salvaguardable, es evidente que la cadena tiene un grave problema", señala uno de los expertos en televisión consultados por DEIA.

Para los analistas de televisión este informe está basado en obviedades y tópicos: "No emplea ninguno de los estudios publicados sobre la realidad televisiva europea por la UPV-EHU; son estudios que han sido dirigidos durante años por Carmelo Garitaonandia. No utiliza la documentación del INPUT o de la Asociación de Televisiones Públicas Europeas o los informes de televisión que publican Mediamétrie o TNS. No se cita ninguna referencia de televisión autonómica, cuando es una realidad muy próxima y de interés para el análisis, muy especialmente en los casos de la televisión catalana, gallega, valenciana o la de Baleares".