Bilbao. Ronald Neame, el director de La aventura del Poseidón, Una mujer sin pasado y El millonario falleció el pasado día 16 de junio a los 99 años en Los Ángeles, y esas casi 10 décadas las vivió pegadas al cine. En el séptimo arte desarrolló una extensa carrera que abarcaba casi todas la épocas y las parcelas y cosechó grandes éxitos, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.
Neame, que nació en Londres en 1911, lo hizo en un ámbito netamente cinematográfico. Su padre, Elwin Neame, era un fotógrafo que pronto se pasó a la dirección de cine, y su madre, Ivy Close, fue una estrella de las películas mudas. Al morir su padre, Ronald Neame entró de mensajero en los famosos estudios Elstree en los años veinte, gracias a los contactos de su madre. Su objetivo era convertirse en un buen ayudante de cámara y en dos años un joven Alfred Hitchcock le contrató como asistente de cámara en Blackmail (1929), la primera película sonora británica concebida para ser muda.
Durante los años veinte y treinta, Neame trabajó en innumerables filmes de bajo presupuesto en los que empezó a despuntar como director de fotografía. El salto de calidad le llegó durante la II Guerra Mundial: conoció a David Lean en Major Barbara (Lean era asistente de dirección y Neame, el director de fotografía) y la pareja repitió en One of our aircraft is missing (1942) que Lean montó y Neame fotografió, obteniendo una candidatura al Oscar a los mejores efectos especiales.
No fue esta la única ocasión en que Neame optó a la estatuilla, lo hizo en otras dos ocasiones como guionista, por Breve encuentro (1945) y Grandes esperanzas (1946). Estos dos filmes nacieron de la productora que creo junto a Lean y Noel Coward.
Después de haber dirigido su primer largometraje en 1947, Take my life, Neame decidió que era el momento de mudarse a EE.UU. y plantearse su carrera ya como realizador. Ronald Neame demostró hasta su último trabajo, el mediometraje El globo mágico (1990), su versatilidad: pasó de género a género exprimiendo siempre a sus actores y sacándoles lo mejor de su interior.
Además, fue uno de los primeros directores que apostaron por el tecnicolor. De entre todas sus películas, destacan Una mujer sin pasado, Alarma en el Extremo Oriente, El hombre que nunca existió, I could go on singing (la última película de Judy Garland), Muchas gracias Mr. Scrooge, Ladrona por amor, Odessa o Los mejores años de Miss Brodie, película por la que Maggie Smith consiguió el Oscar como mejor actriz. Sin embargo, su trabajo más recordado es La aventura del Poseidón, filme que dirigió en 1972, con Gene Hackman, un referente del cine de catástrofes y que le hizo conocido para el público. Otro de sus éxitos llegó con la película El millonario, en el año 1954 con Gregory Peck.
También rodó alguna película sin éxito, como Meteoro, en el año 1979. En 2003 decidió poner por escrito algunos de los episodios más interesantes de su vida y una particular visión de la escena. Fue así como publicó su autobiografía.
El cineasta recibió el reconocimiento de la reina Isabel II por su carrera. Se le concedió, en 1996, el título de lord con la Orden del Imperio Británico.
Neame era conocido por su buen talante. Siempre probaba las secuencias peligrosas antes que sus actores. Tras caerse el pasado 6 de mayo, dos operaciones en su pierna complicaron su salud, hasta su muerte. Su único hijo, Christopher, y uno de sus nietos, Gareth, son reputados productores.
Su familia sigue sus pasos y no abandona el mundo del cine que ha visto a Neame dirigir, producir, fotografiar y hasta actuar.