El inicio del curso político en el Parlamento Vasco no ha marcado un antes y un después, y las relaciones políticas siguen en el mismo punto en el que se encontraban antes del verano. En el pleno de política general celebrado este jueves en el Parlamento Vasco, el lehendakari ha puesto sobre la mesa un nuevo plan de choque de 400 millones para aliviar el impacto de la subida de los precios en las familias y la empresa, y ha vuelto a tender su mano para alcanzar pactos de país, también en los Presupuestos. La oposición no cerró la puerta (un rechazo que no hubiera tenido una buena venta ante la ciudadanía en puertas de las elecciones municipales y forales de mayo), pero le pidió un cambio de rumbo y no se llegó a bajar a la letra pequeña. Por el momento, prima la cautela. EH Bildu, con quien se han pactado las últimas Cuentas y las bases educativas, se presentó como alternativa y pidió concreción sobre los acuerdos; y Elkarrekin Podemos-IU volvió a poner condiciones para mantenerse en el pacto educativo y fue muy crítica en materia sanitaria. El PP se aferró a la rebaja fiscal.

Urkullu acudió con propuestas. Si hace unas semanas ya dejaba la puerta abierta a tomar más medidas para afrontar la crisis energética y la subida de los precios por la guerra en Ucrania, este jueves ha concretado un nuevo paquete de medidas valorado en 400 millones de euros que contemplará un incremento en las subvenciones para pagar la factura de la luz, una nueva deflactación del IRPF, y facilidades para que las empresas con un consumo intensivo de energía accedan al crédito. Esta es la propia vía del Gobierno vasco, que se desmarca así de golpes de efecto como la propuesta para poner límite al precio de la cesta de la compra de Yolanda Díaz, pero que también influye en ese aspecto con ayudas al sector alimentario.

Urkullu tiene previsto acordar con las instituciones el programa Hitzartuz, para reforzar el apoyo “a los colectivos con mayores dificultades para pagar la factura energética y cubrir sus necesidades básicas”, compensar la pérdida de poder adquisitivo y apoyar al tejido empresarial para facilitar el acceso al crédito a empresas viables. 

Tendrá un impacto de 400 millones de euros y se financiará con recursos presupuestarios propios, fondos que provendrán del recargo fiscal a empresas energéticas y financieras que el Gobierno vasco ha negociado con el Estado para poder contar con esos recursos, y el fondo RePower EU para financiar medidas energéticas. Se presentará tras la reunión del Consejo Vasco de Finanzas, pero el lehendakari adelanta que plantea, entre otros puntos, un incremento del 10% en las ayudas de emergencia social, reducir el coste de suministros en el parque de vivienda social para comunidades con instalaciones centralizadas, incrementar el límite de ingresos para poder acceder a la vivienda social, ayudar al sector de la alimentación para mitigar el impacto de la inflación en la ciudadanía, conceder ayudas de eficiencia energética, un crédito para empresas intensivas en el uso de energía, y una nueva deflactación.

Nueva deflactación

Propone a las diputaciones deflactar el IRPF una vez más, una medida que entraría en vigor el 1 de enero. La deflactación del IRPF se hará teniendo en cuenta la cifra de la inflación subyacente que se calcule para el próximo año (es decir, la subida de los precios descontando la energía y ciertos bienes no elaborados), y ese dato se conocerá en el Consejo Vasco de Finanzas del 10 de octubre, según explican las fuentes consultadas. Se sumará a la deflactación actual del 5,5%.

Plazas en medicina de familia

En un discurso de aproximadamente una hora y media, el lehendakari protagonizó una de las intervenciones más prolijas en medidas que se recuerdan en la trayectoria de los plenos de política general. En un momento de incertidumbre económica y fatiga ciudadana tras la pandemia y con la actual subida de los precios por la guerra en Ucrania, Urkullu quiso lanzar un discurso muy centrado en la gestión, con medidas que miran hasta el final de la legislatura en 2024 o más allá. 

Desgranó también 40 medidas específicas que se pondrán en marcha en este ejercicio y que buscan desactivar todos los posibles focos de descontento ciudadano: habrá un plan de choque en materia sanitaria con el foco en la atención primaria, que se reforzará para disipar las dudas que generaron las declaraciones de Sagardui sobre el estado de este servicio y la necesidad de un cambio de mentalidad; y la dirección de Juventud pasará a formar parte de Lehendakaritza y se dará un impulso a los planes de emancipación para que los jóvenes puedan dejar el nido a los 28 y no a los 30 años.

Habrá un Nuevo Plan de Salud 2029, se anuncia un refuerzo a la Atención Primaria, la actualización de la estrategia de 2019 con la participación de 40 profesionales, la consolidación de 358 plazas de medicina familiar y personal sanitario, nuevos servicios, exploraciones y pruebas diagnósticas complementarias. Se anuncia un plan de mejora de las listas de espera y una nueva estrategia de salud mental. 

Pactos de país

El discurso de Urkullu estuvo muy centrado en los desafíos emergentes, como el reto demográfico o el cambio climático, y planteó pactos de país, incluyendo los Presupuestos del próximo año y los de 2024. Puso en valor la capacidad de respuesta ante la crisis, que el paro se sitúa ya en el 8,5%, y que en Euskadi existe una política de acuerdos. Volvió a reconocer los fallos.

Urkullu se fijó cinco prioridades (cohesión social; empleo, industria y crecimiento sostenible; respuesta al cambio climático con descarbonización y tránsito a energías renovables; reto demográfico y juventud; y Euskadi-Basque Country). Entre sus 40 medidas, destacan el Plan Vasco de Inclusión Social 2025 con perspectiva de género; Plan de Igualdad; y un Pacto Social por la Vivienda 2026 en colaboración con los agentes implicados.

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Para las pymes, se anuncian 630 millones euros y que puedan desarrollar 500 proyectos de investigación. Este otoño se firmará el convenio con la Diputación de Bizkaia para poner en marcha la línea 5 del Metro Bilbao y, en materia de juventud, este año se aprobará la Estrategia de Emancipación para conseguir vivienda y empleo.