Croacia volvió a acreditar su condición de consumado funambulista y se deshizo de Japón utilizando la misma vía que en el último Mundial, cuando alcanzó la final tras salir ganador de tres prórrogas y dos tandas de penaltis. De antemano resultaba arriesgado adjudicar la vitola de favorito, pues los triunfos ante Alemania y España de los nipones constituían un argumento de peso para cuestionar la supremacía croata. De hecho, tomaron ventaja y durante bastantes fases ofrecieron un notable nivel competitivo, generando desconcierto en el rival. Pero según corría el cronómetro, la pujanza de Japón se vio atenuada por el oficio de una selección cuyas acciones subieron enteros agotados los noventa minutos. En efecto, Croacia acertó a controlar las operaciones en la prórroga, sin brillo, dosificando y, seguro, que persuadida de que en la siempre delicada tanda de penaltis la suerte caería de su lado.

Así fue. Sin la aportación de sus vacas sagradas -Modric, Pericic y Kovacic, relevados por agotamiento en el tiempo extra-, quien se erigió en pieza clave fue Livakovic, capaz de detener hasta tres lanzamientos. Un trabajo excepcional que combinado con la puntería de Vlasic, Brozovic y Pasalic, valió el acceso a cuartos. Puede afirmarse que solo en este apartado concreto pudo Croacia colocarse claramente por encima de Japón, pues tanto en el plano táctico como en términos de intensidad, la batalla tuvo color asiático. No es que fuera evidente, porque hubo alternativas y en el conciso capítulo de oportunidades también el asunto discurrió equilibrado, pero si alguien transmitió síntomas de creer en sus posibilidades y desarrolló un plan que se aproximase a lo preparado, entonces se ha de nombrar a Japón.

Moriyasu se marcha con justificados motivos para estar orgulloso del comportamiento del combinado que ha sabido protagonizar varios de los episodios más sobresalientes del Mundial. Ayer tampoco sus hombres le defraudaron, siguieron a pies juntillas sus consignas y con ello despersonalizaron a una Croacia acostumbrada a marcar el ritmo gracias a la suprema calidad de sus centrocampistas. Esta vez, ni los pulmones de Kovacic ni el tiralíneas de Brozovic ni el ingenio infinito de Modric tuvieron la influencia esperada. Los dueños de la zona ancha fueron Morita y Endo, apoyados por el despliegue de los laterales y el baile entre líneas de Doan y Kamada.

Japón marcó cerca del descanso, lo hizo el generoso Maeda, y la respuesta no tardó, en forma de contundente cabezazo del versátil Perisic, quien salió al rescate para compensar la inoperancia de los tres arietes que probó Dalic. Restaba un mundo para decantar el choque, sin embargo los últimos cartuchos ofensivos se consumieron casi de inmediato, equitativamente repartidos en disparos desde más allá de la frontal. Luego ya no hubo manera de crear situaciones propicias en las áreas. De hecho, en la media hora extra únicamente Livakovic se vio obligado a intervenir a chut lejano de Mitoma. El intento croata corrió a cargo de Majer y se marchó fuera por tres metros.

Y llegó el instante cumbre. Japón escogió tirar en primer lugar, según las estadísticas una ventaja, algo que Croacia, especialista en vivir en el alambre, desmintió con rotundidad. Modric y compañía continúan haciendo historia en el evento cumbre del fútbol. Y cuidado porque en Rusia 2018 demostraron que saben asimilar el desgaste que implica jugar más minutos que nadie.

Ficha técnica

  • JAPÓN: Gonda; Ito, Yoshida, Tomiyasu, Taniguchi, Nagatomo (Min. 64, Mitoma); Morita (Min. 106, Tanaka), Endo; Doan (Minamino, min. 87), Maeda ( Min. 64, Asano) y Kamada (Min. 75, Sakai).
  • CROACIA: Livakovic; Juranovic, Lovren, Gvardiol, Barisic; Brozovic, Modric (Min. 99, Majer), Kovacic (Min. 99, Vlasic); Kramaric (Pasalic, min. 68), Petkovic (Min. 62, Budimir; Min. 106, Livaja) y Perisic (Min. 106, Orsic).
  • Goles: 1-0: Min. 43; Maeda. 1-1: Min. 55; Perisic. Tanda de penaltis: 1-3. Minamino: falla; Vlasic: gol; Mitoma: falla; Brozovic: gol; Asano: gol; Livaja: falla; Yoshida: falla; Pasalic: gol.
  • Árbitro: Ismail Elfath (USA). Amonestó a Kovacic y Barisic de Croacia.
  • Estadio: Al Yanub. 42.523 espectadores.