El Jogger, y con él Dacia, ascienden en el escalafón tecnológico gracias al trasplante del sistema de impulsión híbrido estrenado en el Clio. Al hacerlo suyo, el familiar con aire SUV se pone al nivel de sus competidores indirectos (no los hay directos). El principio de funcionamiento es exactamente el mismo que en el modelo de Renault. También es idéntico el rendimiento final de 140 CV; las divergencias en los registros de consumo y emisiones obedecen a factores obvios como la disparidad de peso y de coeficiente aerodinámico.

En consecuencia, el Jogger Hybrid 140 progresa gracias a la contribución de un sistema bastante complejo desde el punto de vista técnico, pero de sencilla utilización. Es de esos considerados autorrecargables sobre la marcha, que no precisan de inmovilización para reabastecer la batería con un cable y un enchufe.

La fórmula consta de un propulsor atmosférico de gasolina, con estructura de cuatro cilindros, de 1.6 litros y 90 CV. Tiene una doble función: hacer que el coche avance y generar electricidad. Este motor va asociado a dos eléctricos. Uno de estos bloques entrega una potencia equivalente a 50 CV y contribuye a impulsar el vehículo; el otro (20 CV) actúa como motor de arranque y generador de alta tensión. El conjunto se completa con una caja de cambios automática electrificada, provista de cuatro relaciones destinadas al bloque térmico y otras dos reservadas al eléctrico; interactúan sin necesidad de embrague. El selector permite engranar la posición D de avance, la R de retroceso, la N de punto muerto y la B que intensifica la función de retención de frenos. Además de con esta eficiente transmisión, el sistema cuenta con frenado regenerativo y con la capacidad de recuperación de energía de las baterías de 1,2 kWh brutos (0,85 útiles).

El coche inicia su andadura impulsado por el motor eléctrico principal. Una vez en marcha, en cuanto es preciso un plus de potencia para avanzar, el bloque eléctrico secundario se encarga de arrancar el motor térmico y de acompasar su aporte al conjunto. Se propicia así que hasta un 80% del tiempo de circulación urbana se realice en modo 100% eléctrico. En esas circunstancias, según el fabricante, es posible lograr hasta un 40% de ahorro en combustible respecto a una motorización térmica, sin necesidad de modificar el estilo de conducción.

Dacia asegura que “la tracción 100% eléctrica en el arranque y la transmisión automática otorgan al Jogger confort y facilidad de uso para optimizar el placer de conducción y el rendimiento energético”. Lo cierto es que su batería se reabastece durante el uso del vehículo gracias a la recuperación de energía al frenar y decelerar. Promete, por tanto, una autonomía de más de 900 km, según mediciones en ciclo mixto homologado WLTP. La batería del Jogger Hybrid 140 disfruta de una garantía de 8 años o 160.000 km.