El entorno del Sestao River ya ha activado las cuentas de la lechera. El asenso a Primera RFEF del conjunto verdinegro está cada vez más cerca después de que la vigésimo séptima jornada de su grupo resultara sumamente positiva para sus intereses, lo que le permite ampliar a diez puntos su renta sobre el segundo clasificado, que pasa a ser el Alavés B, cuando solo quedan 27 por repartir. Un escenario soñado, aunque no por ello ocasiona que puertas adentro se venda la piel antes de cazar al oso. Aitor Calle, su entrenador, es adalid de ese mensaje moderado. “ La gente se piensa que somos invencibles, que vamos a ganar sin salir del vestuario y detrás de esto hay mucho trabajo. Es impresionante la temporada que están haciendo los jugadores, pero no va a ser fácil”, expresa el bilbaino, que apela al sufrimiento que tuvo que pasar su equipo el domingo para superar, ya en tiempo de prolongación, a un Atlético Cirbonero que se puso por delante a los 51 minutos, pero un doblete de Lander Yurrebaso, el primero que firma este curso para elevar su cuenta anotadora a siete dianas, consumó la remontada de un River que encadena siete victorias consecutivas en las Llanas, que se ha convertido en un fortín apenas infranqueable para sus visitantes.

El triunfo sobre el equipo navarro puso la guinda a un fin de semana que se le puso de cara al colectivo fabril gracias a la derrota del Tarazona a manos del filial babazorro y del empate que sellaron en terreno aragonés el Utebo y el Gernika, con lo que las matemáticas no engañan. El Sestao disfruta de un colchón de diez puntos, que, si no se da un descalabro monumental, le debe servir para certificar un merecido e histórico ascenso. “Después de los resultados del sábado, sacar los tres puntos era más que un paso, lo calificaría como un salto hacia el objetivo”, reflexiona Aitor Calle, sabedor de que su equipo superó al Atlético Cirbonero “más con el corazón que con fútbol”, un matiz que también quiere subrayar el preparador bilbaino. “Sin tener esa fiabilidad habitual, el equipo, aun así, ha conseguido hacer de esto un fortín. Es una nueva faceta que ha demostrado este equipo y hay que ponerla en valor. El salto era muy importante en caso de sumar los tres puntos”, como así fue y gracias al doblete de Yurrebaso, al que alabó por su actitud: “Me alegro mucho por Lander, porque con el 0-1 tuvo un duelo con el portero que la sacó con el pie. El idilio del delantero con el gol es muy importante. No son los dos goles más bonitos, pero estaba donde tenía que estar un nueve”.

La parroquia verdinegra se fue a su casa desde Las Llanas con una sonrisa de oreja a oreja y debatiendo sobre cuándo podría certificar el River el ansiado ascenso. Aitor Calle, con todo, insiste en no caer en una euforia excesiva. “La exigencia es muy alta, llevamos desde la primera jornada arriba, liderando la tabla en solitario desde la quinta jornada. Se nota esa presión, ese querer…”, asegura el técnico, que insiste en su discurso: “La mochila es grande y ganar la liga es una responsabilidad grande. No sé la palabra, quizá es realista, pero tenemos que estar tranquilos. Todo el mundo se está jugando algo. El domingo vamos a Brea, y más de lo mismo. No debemos desviarnos ni confundirnos, estamos cada vez más cerca, pero queda un montón”. No en vano, el Sestao afronta una tacada de tres partidos consecutivos antes sendos rivales –Brea, Arnedo y Racing Rioja– inmersos en la lucha por la permanencia, muy complicada, eso sí, en el caso del segundo equipo mencionado, colista y que tiene la salvación a trece puntos.