"TODO tiene un final", escribió Raúl García (Zizur Nagusia, 1986) para anunciar su retirada del fútbol profesional. Una frase corta y concisa para poner fin a 20 años de trayectoria. Una oración directa y, a la vez, emocional que refleja a la perfección lo que es Raúl García como persona y como profesional. Porque el todavía rojiblanco es de esos jugadores que aborreces como rival pero que adoras e incluso reverencias si está en tu equipo. Que sobre el campo expone una personalidad muy diferente a la que atesora lejos de él. Incómodo e intenso dentro; discreto y sensato fuera. Así lo dejó claro el Kun Agüero, con quien compartió vestuario en el Atlético de Madrid: “Fuera de la cancha es un pan de Dios, pero en la cancha se saca”. Porque quienes le conocen dicen que es moderado, legal y, lo más importante, leal. Por eso no se encontrará compañero alguno que hable mal de Raúl García y por eso ha conseguido salir de los tres clubes en los que tuvo la oportunidad de jugar como profesional–Osasuna, Atlético de Madrid y Athletic– por la puerta grande. Como un líder y un referente. Como una auténtica leyenda.
Y es que el navarro se marcha de Lezama tras nueve temporadas en las que lo menos relevante son los 356 partidos que, por el momento, ha disputado con la zamarra rojiblanca. Porque Raúl García llegó al Athletic como uno de los jugadores más detestados por la afición zurigorri, pero tan solo le costó 23 minutos cambiar los pitos por una gran ovación. Fue el tiempo que tardó en marcar su primer gol hel primero de 83– como león. Fue el tiempo que tardó en demostrar que el pasado estaba pisado y que desde ese momento se iba a dejar la piel y la vida por el Athletic. Que era puro compromiso. Así, campaña a campaña, Raúl García se fue haciendo más importante en el equipo, en el club y en el corazón de la afición. Se amarró a la cultura del esfuerzo que antes le inculcó el Cholo Simeone para convertirse en el jugador todoterreno que necesitaron Ernesto Valverde, Kuko Ziganda, Eduardo Berizzo, Gaizka Garitano y Marcelino. Se aferró al trabajo y asumió sin esfuerzo la responsabilidad de la experiencia para transformarse en el hermano mayor de los más jóvenes. A quienes intentó inculcar su mentalidad y resistencia. Consejos a tener en cuenta de un jugador que ha tenido que sudar mucho para ganarlo todo. Y que, a cambio, colgará las botas como el tercer futbolista con más partidos ligueros, con 602 –tan solo por detrás de los 622 de Joaquín y Andoni Zubizarreta– y 9 títulos.
Porque en el palmarés de Raúl García figuran una Liga, una Copa, una Supercopa, dos Europa League y dos Supercopas de Europa con el Atlético; y una Copa y una Supercopa con el Athletic. Y, además, un legado de valor incalculable. Del club vizcaino se marcha como, tal y como avisa la propia entidad, “un león inolvidable”. Pero es que en el Atlético todavía están llorando su despedida de 2016, cuando abandonó el ya extinto Vicente Calderón. Y muchos nostálgicos aún visitan su placa conmemorativa del nuevo Metropolitano. El navarro no solo fue clave en la mejor época futbolística que recuerdan los aficionados colchoneros, sino que además fue líder del vestuario, referente para los recién llegados y amigo para los veteranos. “¡Gracias por tu esfuerzo y sacrificio durante tantas temporadas, eres una leyenda! Tu entrega, llegada, pundonor y golpeo de balón quedarán para el recuerdo de nuestros aficionados, así como los 45 goles anotados con nuestra camiseta”, puso el Atlético de Madrid en sus redes sociales al conocer su retirada.
Resiliencia
Pero si hay una cualidad que destaca en Raúl García sobre todas las demás es su resiliencia. Su capacidad de adaptarse a todas las circunstancias, a todos los equipos y a todas las posiciones. Solo así se entiende que el navarro triunfara en Osasuna como mediocentro defensivo y que terminara su último partido disputado hasta el momento –ese de Copa ante el Mallorca– como delantero centro. Porque debutó en el primer equipo rojillo en 2004 de la mano de precisamente el técnico perdedor de esa final, Javier Aguirre, que le colocó delante de la defensa para llevar a Osasuna a una de sus mejores épocas: hasta la Champions, hasta las semifinales de la Europa League y hasta una final de Copa. “Ha anunciado su retirada uno de los grandes talentos salidos de Tajonar, enhorabuena por tu trayectoria, Raúl”, recordó Osasuna en sus redes sociales.
De ahí fue adelantando su posición hasta triunfar en el Atlético como segundo delantero, o un raro mediapunta; y hasta cumplir con creces como el ariete que tuvo la papeleta de cubrir la marcha de Aduriz. En esa posición saltó al campo en la final de Copa para marcar el primer penalti de la tanda y encarrilar la 25. Así que Raúl García se marcha como leyenda del Athletic, pero sobre todo como un brillante compañero, un sublime profesional y un gran ejemplo para los que vendrán. l
Las reacciones
Osasuna “un gran talento de Tajonar”
Osasuna reaccionó al adiós de Raúl García: “Uno de los grandes talentos salidos de Tajonar. Enhorabuena por tu gran trayectoria”.
Atlético “quedarán su entrega y pundonor”
“Su llegada, su entrega, su pundonor y su golpeo de balón quedarán para el recuerdo de nuestros aficionados”, publicó el Atlético de Madrid.
Compañeros “eres un ejemplo para el mundo”
Nico Williams y Adu Ares se sumaron a las muestras de cariño. “Eres un ejemplo para el mundo, gracias por todo siempre”.
Rivales “ha sido un honor pegarme contigo”
Rivales como Borja Iglesias, jugador del Bayer Leverkusen; o Jaume Costa, futbolista del Mallorca, se rindieron también a Raúl García: “Ha sido un honor pegarme contigo en el campo tantas y tantas veces…”, dijo este último en Twitter.
