Sigue pendiente el futuro de los veteranos en el Athletic

La directiva de Jon Uriarte tenía, y tiene aún, encima de la mesa un elevado número de contratos que caducan el próximo 30 de junio. Y el denominador común de la inmensa mayoría de los que siguen pendientes de resolución, en el sentido que sea, es la veteranía de los afectados: Muniain (31 años), De Marcos (34), Raúl García (37), Dani García (33), Herrera (34), Yuri Berchiche (34) y Berenguer (28).

Cada caso representa una particularidad, posee su propio trasfondo. Por ejemplo, la situación de Yuri carece de recovecos: estará el año que viene en la plantilla porque ya ha cubierto el número de partidos que le concedían la prórroga automática de su vinculación. Aparte de que no existe un relevo definido en su demarcación.

La del lateral zurdo es, por tanto, una situación sencilla. Menos, la de Álex Berenguer, que se halla en otra edad. Ibaigane ya le ha trasladado un par de proposiciones para que se quede, ambas con una ficha inferior a la que hoy percibe. El extremo pudiera tener varios pretendientes en la liga española, aunque ninguno superaría lo que el Athletic ofrece en el apartado económico. Otra cuestión es su proyección deportiva, pues si su protagonismo se ha resentido por la pujanza de los hermanos Williams, la llegada de Djaló, un competidor directo, le complica el panorama.

Del resto, sin duda, la situación más compleja es la del capitán. Al margen de opiniones y debates sobre la valía futbolística de Muniain, la realidad dice que ha dejado de ser una pieza útil. Apelar a su trayectoria, las estadísticas o el rol que se le adjudica en el vestuario y demás cuestiones accesorias, no oculta que hoy ejerce de suplente sin opción alguna de revertir dicho estatus. El hecho de que sea uno de los mejor pagados, con una ficha fuera del alcance de dieciocho de los equipos que componen la categoría, casi sería una anécdota si no fuera porque Ernesto Valverde no cuenta con sus servicios.

Sin sitio

Si durante el curso anterior su importancia en competición se fue resintiendo, en el vigente se ha visto radicalmente relegado. Siendo cierto que en el inicio de la temporada parecía entrar en la rotación, con el discurrir de los meses sus números han decaído a límites insospechados. En nueve de los catorce compromisos del Athletic correspondientes a 2024, Muniain no ha disfrutado de un solo minuto. Resulta significativo que en la fase clave, la más densa por la cantidad e importancia de los partidos, coincidiendo encima con ausencias de los hermanos Williams y Berenguer (Copa de África, lesiones y sanciones) o los problemas físicos de Sancet, el entrenador se haya decantado por otras alternativas.

A este respecto, ahí queda la ficha técnica del último partido, ante el Barcelona: siete cambios en el once de salida en relación a la cita previa, más cinco sustituciones sobre la marcha, y Muniain, sentado en la banda. Habría que saber qué es lo que piensa el jugador de este proceso involutivo; si le merece la pena dilatar su carrera en el club a sabiendas de que es prescindible, aunque admita una rebaja sustancial de la ficha. Al igual que sería interesante conocer la postura de la directiva, toda vez que la de Valverde es diáfana. Hombre, resulta llamativo que a estas alturas no se hayan dirigido al capitán para hablar de su porvenir.

Cabe que con Muniain se reproduzca el movimiento realizado con Raúl García a un día de la conclusión de la pasada temporada, cuando pese a su papel residual se le dio la oportunidad de seguir un año más. Si aquello fue difícil de entender entonces, qué decir a fecha de hoy: acumula una cuarta parte de los minutos de competición con los que cerró el ejercicio 2022-23. En fin.

Dani García, destacado el último domingo, arrastra un año ingrato y no solo a causa de una lesión que se ha alargado en exceso. El club no tiene interés en comunicarle una oferta y él es perfectamente consciente. En su fuero interno no contempla colgar las botas y no le van a faltar novias, pero sus días en el Athletic están contados. En junio cerrará una estancia de seis años en Lezama y casi 200 partidos vestido de rojiblanco.

La duda

Con De Marcos, pues no se sabe. Lleva un tiempo declarando que está al borde la retirada, que le preocupa su estado físico, del que depende muchísimo para rendir, pero siempre termina firmando un año más. Doce meses atrás, el club le insistió mucho para que continuase y él tardó en responder, pese a que consiguió elevar sus prestaciones a un nivel sorprendente y no sufrió contratiempos físicos. Quizás él mismo fuera el primero en arquear las cejas. En el actual, se diría que le está costando emularse y es posible que el asunto ya no dependa solo de su criterio. Así lo sugiere el rumor de que el club ha tocado a Andoni Gorosabel, lateral derecho del Alavés, ex de la Real Sociedad.

Queda Ander Herrera. Por disponibilidad y peso específico en el equipo, su primer año resultó un fiasco. Encadenó seis lesiones musculares que le mantuvieron de baja cuatro meses. En el segundo, con un tratamiento específico no ha evitado varias incidencias similares, pero ha mejorado levemente su participación. Es obvio que goza de la confianza de Valverde, que apoyó incondicionalmente su fichaje, pero, salvo en el caché, está lejos de parecerse al jugador que pasó por el United o el PSG.