No hay tratamiento farmacológico efectivo ni lo habrá a corto plazo para la explosión de bronquiolitis que está afectando a algunas urgencias pediátricas pero sí se espera la aprobación en dos o tres años de vacunas para menores y gestantes, que no son un tratamiento en sí sino una medida para prevenir la enfermedad.

Así lo explica en una entrevista con EFE, el vocal de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP), David Andina, quien considera que medidas preventivas como las vacunas conferirán inmunidad a las madres gestantes y a los niños así como los anticuerpos monoclonales de administración única, que actualmente se reserva para niños con patologías de base con administración mensual.

Andina, que es pediatra de urgencias en un hospital de la Comunidad de Madrid, insiste en que la bronquiolitis no tiene tratamiento como otras infecciones respiratorias y subraya que lo que se hace en urgencias es "cribar qué niños necesitan ingreso porque tengan dificultad respiratoria, les cueste comer o el oxígeno esté muy bajo, en ese caso quedan hospitalizados y se les pone unas gafas nasales".

"Más allá de esto, no tenemos nada" afirma este pediatra que apunta a las medidas de prevención de lavado de manos, higiene de superficies y mascarilla, especialmente para los padres cuidadores.

Andina comenta que la explosión de casos que se está viviendo es "inusual", la bronquiolitis asociada al Virus Respiratorio Sincitial (VRS) se ha adelantado unas semanas y ha derivado en un incremento alarmante de ingresos de niños en urgencias y unidades de cuidados intensivos (UCI) "mucho más alto del que estamos acostumbrados".

DE SEGUIR ESTE RITMO HASTA NAVIDAD, LA SITUACIÓN SERÁ DRAMÁTICA

Andina explica que lo que más preocupa a los pediatras es que no se sabe cuando llegará el pico de la curva, como paso con la covid, y advierte de que si el ritmo de ingresos continúa como estas semanas, la situación para Navidades tanto en las urgencias como en las uci puede "volverse dramática".

"Es imposible que a este ritmo el sistema dé abasto", señala este pediatra que recuerda que algunos hospitales de Aragón, Catalunya y la Comunidad de Madrid ya están habilitando planes de contingencia porque es imposible hacer frente a la situación con las dotaciones habituales.

En estos planes de contingencia, Andina advierte de que se tendrán que habilitar camas uci fuera de las unidades de intensivos y habilitar espacios que usualmente no están reservados para la asistencia a niños, como son áreas en zonas de adultos de los servicios de urgencia.

Además considera que para atender esta explosión de casos habrá que paralizar actividad quirúrgica no urgente de menores.

LA PANDEMIA CAMBIÓ LA EPIDEMIOLOGÍA DE MUCHOS VIRUS, TAMBIÉN DEL VRS

La bronquiolitis por VRS es una enfermedad típica de los menores de dos años si bien los cuadros más graves se ven en los niños con menos de tres meses y neonatos que son los que con más frecuencia ingresan en urgencias y en uci, durante días e incluso semanas.

La pandemia ha cambiado la epidemiología de muchos virus, el VRS que durante dos años circuló mucho menos ha hecho que haya más niños susceptibles de infectarse, incluyendo los mayores.

También se cree que las madres de estos niños que durante la gestación no tuvieron contacto con el virus, tampoco tuvieron anticuerpos con los que proteger a sus hijos en el nacimiento.

Este virus está circulando de la misma manera en todos los países de clima templado del hemisferio norte y todos están viviendo este adelanto de la epidemia y las situaciones de colapso.

De cara a futuro, Andina pide a las autoridades sanitarias que habiliten planes de contingencia que puedan frenar esta expansión porque los tratamientos "no llegarán en el muy corto plazo".

Y sobre la huelga en Atención Primaria, admite este pediatra que puede generar que muchos padres busquen atención en urgencias pero recuerda que la movilización de sus colegas de familia por un trabajo digno y más tiempo para cada paciente "redundará en el bien de todos".

A los padres de los niños con bronquiolitis les pide "paciencia y tranquilidad" porque la atención en urgencias con la explosión de casos requiere de unos tiempos de espera más prolongados.