Bizkaia se ha unido al carro de gestionar mejor su red viaria teniendo el transporte pesado como objetivo. La Diputación Foral activó el pasado enero los primeros tramos de carreteras (en los próximos meses se añadirán tres tramos más) por donde la circulación de camiones está gravada con peajes. La intención del ente foral es asegurar el mantenimiento de las carreteras e impulsar que los camiones utilicen otras vías como son las autopistas y autovías. Así pretende conseguir un equilibrio en los flujos del tráfico pesado por el territorio que ya han empezado a percibir los vecinos del valle de Arratia, cuya carretera N-240 históricamente estaba atestada de camiones. Este corredor hasta su culminación en el alto de Barazar y la BI-625 (entre Basauri y Laudio) son las dos vías con coste para los transportes pesados. Un sector al que no ha gustado la medida a pesar de gozar de un canon de pago inferior al máximo permitido por Europa y contar con descuentos, tanto por frecuencia de uso como para los vehículos más eficientes. La Diputación de esta manera se ha unido a las directrices y objetivos de descarbonización establecidos en la UE, incentivando a los grandes camiones de más de 3,5 toneladas a reducir las emisiones de CO2 y mejora la seguridad vial.

Y en estos primeros meses de medida en marcha ya se ha notado un trasvase de camiones desde Arratia a la autopista AP-68 avalando que es posible un reequilibrio de tránsitos del que todos se pueden beneficiar.