Dos circunstancias han marcado la movilidad en la legislatura recién culminada. Por un lado, la pandemia y las restricciones que supuso la imposibilidad de salir de casa mientras duraron los periodos de reclusión. Por otro, un afán por parte de las instituciones para procurar unos modos de transporte cada vez más eficientes y menos contaminantes. Dos aspectos que se han interrelacionado de forma negativa y que han supuesto que el salto cualitativo que se esperaba dar en los últimos cuatros años por parte de los entes locales en cuanto a movilidad cada vez más verde, se haya quedado bastante devaluado.

Los efectos del coronavirus en 2020 y 2021 supusieron una caída casi total en la utilización del transporte público y medidas tan imposibles de pensar al inicio de esta legislatura como subvencionar el precio del billete en todos los modos al 50% e incluso en Renfe Cercanías aplicar el gratis total. Tras el descalabro por la pandemia y con la normalidad tomando el pulso poco a poco, autobuses, trenes, tranvía y metro han ido retomando sus cifras históricas, sin duda basadas en esa rebaja ostensible del coste del viaje. El pasado año se cerró con un incremento del 20% de usuarios en el conjunto de la movilidad de Bizkaia alcanzando 159 millones de viajes, aún por debajo de las cifras de movilidad en prepandemia, pero que seguro superarán este año con creces al mantenerse los descuentos, recuerden, todavía hasta el 1 de julio próximo. Y todo eso a pesar de que las diferentes huelgas que han protagonizado las plantillas de las diversas empresas concesionarias del servicio foral de autobuses el pasado año y el presente han repercutido, seguro, en la pérdida de clientes.

Ahora quedará por analizar cuántos miles de viajeros de esos que han dejado su coche en el garaje por mor de un transporte público más barato se han convencido de sus ventajas y continúan usándolo a pesar de que, casi seguro, se eliminen las subvenciones económicas actuales de los viajes.

A pesar de todas estas circunstancias totalmente anómalas, Ayuntamientos y Diputación han seguido apostando por inversiones para conseguir que los transportes públicos de Bizkaia aporten cada vez menos contaminación al aire. Las propuestas de electrificación de Bizkaibus y Bilbobus, las dos grandes flotas de autobuses que ruedan por el territorio y su capital, son evidentes. Cada vez suman más unidades cuyos motores son eléctricos puros y la mayoría de los autobuses en Bilbao ya son híbridos. De sus 141 unidades en servicio 94 muestran etiquetas de este último tipo y 13 eléctricas.

Largos recorridos

A distinto nivel, por la evidente diferencia del servicio en cuanto a distancia a recorrer y velocidad a la que circular, el servicio foral de autobuses también ha ido incorporando unidades híbridas y comenzado las primeras pruebas para ver el comportamiento de autobuses puros eléctricos en recorridos con mucho trazado urbano y alta densidad de población. Ahora mismo la flota de Bizkaibus ya supera los 40 vehículos híbridos, cerca 13% de la flota.

Otro hito referencial con la capital vizcaina como protagonista ha sido la implantación de la normativa que impide a los vehículos superar los 30 kilómetros por hora en toda la trama urbana excepto contadas vías rápidas. Evidentemente, la puesta en marcha de la medida en plena pandemia minimizó su inicial desarrollo y también está claro que no todos los conductores respetan el límite. Pero sí es cierto que se nota una bajada generalizada de la velocidad del tráfico en la ciudad. Un hecho que constata la Policía Municipal en sus controles diarios de velocidad con radar que indica como el 97% de los conductores manejan su vehículo por debajo de los 50 kilómetros por hora.

El uso cada vez más habitual de vehículos de transportes personales como patinetes o bicicletas ha marcado también la movilidad sobre todo en Bilbao y los municipios con mayor población. Los primeros ya son elementos habituales de nuestro paisaje urbano como consecuencia de versatilidad y bajo coste económico en su compra y mantenimiento.

Algunas de las bicicletas forales con las que se podrá viajar entre diferentes municipios. D. F. B.

Las segundas, definitivamente, se han asentado como un medio de transporte más para la actividad diaria de ir a trabajar o estudiar. Y aunque hay muchas bicicletas privadas por las calles, fue el impulso por el sistema BilbaoBizi y su electrificación lo que ha cambiado la movilidad en la villa. Ahora mismo hay 43 puntos de préstamo donde se puede desanclar hasta 700 bicis con batería que facilitan muy mucho el pedaleo. Tanto que cada día hay casi 4.500 usos de estos vehículos. Y todo ello gracias a 61 kilómetros de red ciclista en la ciudad de los cuales son bidegorris puros 24.

Aunque para apuesta por la bicicleta como modo de transporte, la Diputación. El ente foral ha echado el resto para convertir las dos ruedas en esa formula viable en cortos trayectos que permita pensar a los vizcainos que hay otra alternativa al coche. La extensión de bidegorris entre poblaciones se encuentra en plena ebullición con varios tramos ya inaugurados, como el que une Bilbao y Barakaldo o el que conecta Zalla con Balmaseda, e introduciendo conceptos nuevos como la bicipista. Los primeros 5,5 kilómetros de esta especial vía roja ya están operativos entre Amorebieta y Iurreta y se caracteriza por contar con alta capacidad para bicis y conectar núcleos urbanos, barrios, polígonos comerciales e industriales y centros educativos. Para la legislatura en ciernes resta iniciar nuevos recorridos para bicis proyectados en los últimos años y donde destaca por encima de todo el gran bidegorri que unirá la capital vizcaina con Getxo por la carretera de la ría. Un proyecto de calado que cuenta como complemento esencial a la estilizada pasarela ciclable y para peatones, All Iron Zubia, que sobrevolará la ría entre Barakaldo y Erandio.

Al desarrollo de esta red exclusiva para bicicletas se une la puesta marcha en municipios de la metrópoli del sistema Bizkaibizi. El compromiso foral adquirido es que en los próximos tres años se habiliten 75 estaciones de aparcamiento y recarga en Barakaldo, Berango, Bilbao, Erandio, Getxo, Leioa, Portugalete, Santurtzi y Sestao donde los vecinos de estas localidades pueda tomar una bicicleta, trasladarse con ella y depositarla en cualquier otro municipio.