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La defensora vasca del menor en Europa

¿Sexting, ciberacoso, ciberbullying? Hija del mundo 2.0 lucha por los derechos de los jóvenes en el medio digital

La defensora vasca del menor en EuropaBorja Guerrero

OLAIA Cancelo tiene 17 años, cursa Segundo de Bachillerato en Mungia y no es una adolescente cualquiera. Y no solo porque cante bertsos, haga teatro o hablar en público no le cueste nada. Sino porque su preocupación por la realidad social, su interés por la política, sus atención de la actualidad y su dominio de inglés le han llevado a formar parte de un grupo de jóvenes de toda Europa que ha analizado los derechos de los menores en el medio digital. “Dentro de ENOC -European Network of Ombusdpersons for Children- nos reunimos en Bruselas en junio y a finales de septiembre, en Belfast. Y trasladamos nuestras conclusiones a la Comisión Europea para que legislen sobre las redes sociales”, explica Cancelo, habitante de pleno derecho de este mundo 2.0. “Hemos tratado cómo hay jóvenes que sufren sexting, (envío de imágenes o vídeos de contenido sexual), ciberbullying, ciberacoso y un montón de problemas”, dice esta participante del Consejo del Menor del Ararteko . Sobre su dominio de los idiomas y su facilidad para hablar en público, bromea, “no sé si seré un caso raro o una aberración genética”, dice dicharachera.

Porque conectarse y compartir información es más fácil que nunca gracias a Tinder, Instagram, Twiteer, o Facebook. Y por ello, cada vez más jóvenes hacen públicos datos de su vida privada que pueden caer en las manos equivocadas, lo que les convierte en una población vulnerable. “Y es muy difícil saber dónde está la frontera entre el bien y el mal en la redes sociales”, sentencia rotunda Olaia con una madurez impropia de su edad. Admite que los jóvenes europeos han sido autocríticos. “Somos bastante inconscientes subiendo imágenes o vídeos y debemos ser más prudentes. Pero también necesitamos ayuda porque no dejamos de ser menores y a cualquiera se le puede ir la mano”. Alerta de que “nada de lo que se sube puede ser borrado”. “Al final, las redes viven de tu información y de tu privacidad”, asegura una de esas alumnas que cualquier profesor desearía tener, a sabiendas de que las plataformas guardan los datos personales de sus usuarios.

Y es que muchos adolescentes no son conscientes de que están dañando su salud mental y su propia imagen personal con determinadas actitudes en Internet. Sin embargo, ella reconoce que sube cosas con cautela y “sobre todo tengo en cuenta lo que quiero transmitir. Cuelgo mis funciones de teatro, mi opinión sobre Catalunya, o ilustraciones feministas.” Sobre cómo muchas adolescentes convierten su cuerpo en un producto de consumo subiendo imágenes en ropa interior, con posturas sexys, o insinuantes, Olaia Cancelo reclama prudencia pero considera que “están en su derecho de hacerlo y por eso nadie puede insultarte o acosarte”.

“Pedimos que no se nos juzgue. Porque esta es nuestra realidad y necesitamos ayuda. Pero sobre todo reclamamos medidas para evitar ese sexting o ese ciberacoso. Por ejemplo clases de precaución ante las redes sociales, o que los adultos estén más enterados para que nos sepan guiar porque la tecnología es algo muy nuevo. Y que la víctima tenga algún apoyo terapéutico”, asegura advirtiendo de “la magia de contactar con realidades muy diferentes con tanta empatía”.

Cancelo ha sido la segunda representante de Euskadi en este foro europeo y lo ha hecho como participante del Consejo de Menor del Ararteko. De hecho, en Bruselas participó junto a Elena Ayarza, responsable de la Oficina de la Adolescencia y de la Infancia. De su paso por el Ararteko, extrae una conclusión rotunda, “no soy la misma persona que cuando entré”, asevera con su pose adulta.