los ángeles - “El conflicto del Mandalorian es entre él y él mismo”, asegura el actor chileno a Efe sobre una esperadísima producción para la pequeña pantalla que será una de las grandes tentaciones del lanzamiento de Disney+, la nueva plataforma digital de Disney que se estrenará el 12 de noviembre. Metido en la piel de un misterioso y oscuro cazarrecompensas intergaláctico, Pascal no puede ser más diferente de su implacable personaje: muy amable, atractivo, elegante y con un punto tímido, confesó que de niño se miraba en el espejo de Luke Swywalker pero admitió que, a sus 44 años, empieza a entender a Darth Vader. Como muchos espectadores, el actor se hizo un lío y confundió a su personaje con el mítico cazarrecompensas de la trilogía original. Era una confusión razonable. Jon Favreau (uno de los responsables de la serie) explicó que los dos son aparentemente muy similares. “Nuestro hombre es un mandaloriano, un verdadero hombre, y exploraremos la cultura del mandaloriano”, dijo en EW. “Boba Fett es un clon, según El ataque de los clones, y George Lucas dijo que Boba Fett no es mandaloriano, no nació en Mandalore. Es una persona adoctrinada en la forma de vida y se apodera de la armadura”, añadió Dave Filoni, director de los episodios de la serie.
Dice Jon Favreau que lo más importante para estar en ‘The Mandalorian’ era ser fan de ‘Star Wars’, sentir pasión por la saga. ¿Cuál es su conexión personal con ‘Star Wars’?
-Vi la primera película cuando tenía tres años. Y recuerdo muy claramente la impresión que me dejó esa y las que siguieron después. Creo que mi generación es la más influida por Star Wars. Yo nací en 1975 y mi infancia y adolescencia existen al lado del mundo de estas películas: todos los juguetes, los personajes, los cuentos... De niño uno se identifica con Luke. Y después, como adolescente o joven ya más rebelde, se identifica con Han Solo. Ahora, en la madurez, uno se identifica más con Darth Vader (risas). Claro que sí: ser papá, el conflicto, el bueno y el malo, se está muriendo nuestra alma... Toda esa cosa existencial.
En las escenas sueltas que se pudieron ver de ‘The Mandalorian’, llama la atención su aroma y tono de ‘western’. ¿Hay algún personaje o película clásica del Oeste que le inspiró para este papel?
-Jon Favreau y Dave Filoni fueron muy específicos. Les pregunté: “¿Qué debería estar estudiando para empezar esto?”. Y dijeron inmediatamente: “Akira Kurosawa y Sergio Leone”. Las películas de Leone no pueden existir sin las de Kurosawa y esto no podría existir sin esas películas. Ese samurái solitario o ese pistolero solitario es el cazarrecompensas solitario de este mundo. Y, además, los confines de la galaxia son un poco como el Lejano Oeste.
Una de las herramientas principales de un actor es su cara, pero aquí no la vemos porque siempre está oculta tras una máscara. ¿Cómo intentó expresar emociones sin poder recurrir a su rostro?
-Es muy interesante la experiencia de expresar un personaje solo con movimientos. Y la falta de movimientos también: una postura puede contar mucho más que cualquier palabra que estás diciendo (...). Empecé mi carrera en el teatro y gracias a eso estoy volviendo a entender cómo expresarme de forma económica con mi cuerpo: volver a la raíz.
‘Star Wars’ gira en torno a la lucha entre el Bien y el Mal, entre la Fuerza y el Lado Oscuro. Pero en un cazarrecompensas como el Mandalorian, ¿cuál es el dilema moral que le guía si solo le interesa el dinero?
-En Star Wars, con todo lo que creó George Lucas, está el concepto de que uno vive por uno mismo o vive por los demás (...) Aquí está la concepción de una figura solitaria y la manera en que se protege y se arma contra el mundo. Para mí, el conflicto del Mandalorian es entre él y él mismo.
En la primera serie de acción real de ‘Star Wars’ hay un latino como estrella, lo que hace años hubiera sido imposible. ¿Cómo ha ayudado el auge de las series a ampliar la diversidad y a dar más oportunidades a todo tipo de actores?
-Disney es muy inteligente en el sentido de que si no fuera yo debería haber sido otra persona que representara a los latinos, los afroamericanos, etc. Por el lado del negocio, es un público muy grande. Y en el mundo del streaming creo que entienden eso mucho más. Creo que el negocio es el negocio. Es una buena forma de reconocer un mundo que está más allá del que estamos acostumbrados en el entretenimiento, más allá del modelo norteamericano. La gente del streaming es muy inteligente y está muy al tanto de estas cosas, algo en lo que el cine necesita ponerse al día.