RETROCEDAMOS a la Nochevieja de 1980 y dejemos que la música nos engulla sin compasión, como si no hubiese mañana. La fiesta continúa en el agujero, pero no en cualquier agujero. La oscura abertura The Hole invita cada noche en el Teatro Campos a disfrutar de un espectáculo singular, inspirado en las fiestas disco de Studio 54. Hasta el 27 de enero, cada noche las tablas del escenario bilbaino se llena de confeti, de pegadizas canciones de los 80, de risas a raudales y de muy buen rollo, sí de muy buen rollo. DEIA se cuela entre bambalinas y llega al camerino del actor Txabi Franquesa, uno de los maestros de ceremonia del montaje. El polifacético artista catalán se maquilla antes de la actuación y se tiñe de negro las canas del bigote. “Me dicen que esto me rejuvenece. Lo mío más que maquillarme es ponerme potingue en la cara”, explica el también cómico, presentador, clown, director, reportero, monologuista, guionista, músico? y, además de todo eso, “hago una tortilla de patatas cojonuda”, lanza con su particular sentido del humor. Txabi no es nuevo en el agujero; ya estuvo recorriendo los teatros del Estado español como maestro de ceremonias en The hole 2. Canta, baila e interpreta... “Hacemos un poco de todo, otra cosa es que lo hagamos bien”, bromea. Alguien toca la puerta; se abre y detrás aparece repleta de lentejuelas y en un ceñido vestido rojo Bilonda Mfunyi, una mujer que cuando canta tiembla el teatro. “¡Holaaaaa! ¿Qué tal todo?”, saluda la artista belga que lleva años paseando su talento por escenarios del mundo.
Txabi no está solo en el papel de maestro de ceremonia; la terremoto de Alcorcón y Manu Badenes también se encargan de dirigir el montaje de más de dos horas. “Es un espectáculo fantástico. Con muchos momentos de humor, pero hay que tener cuidado porque si en el momento no te ríen la gracia quedas fatal”, comenta.
En esta ocasión el show mezcla circo, cabaré, música y humor de una forma diferente a los anteriores espectáculos. Las espectadores pueden disfrutar de una fiesta repleta de números, con música en directo, con un show canalla, con un punto sexy, y un importante factor sorpresa. Y cómo no, con una historia de fondo que actúa como hilo conductor. Cristóbal es Dj Luci en el espectáculo. Para travestirse tarda todos los días casi dos horas. “Aunque no lo parezca tengo que tapar una barba muy grande, ”. Peluca, el pecho... Pero eso sí, cuando sale al escenario lo hace para disfrutar al máximo y para que el público lo haga también.
Julio Bellido es la bola disco que gira y gira... Y es que en todo local de los 70 que se precie no puede faltar una buena y brillante bola disco y en este no podía ser menos. Esta peculiar bola disco es el boogie boogie en estado puro al que le da vida Bellido. “Lo pasamos genial. Mi papel es muy divertido”, apunta mientras camina por el pasillo con unos zapatos plateados con un tacón de vértigo. “No te creas que es fácil andar con esto. Me enseñaron cuando trabajaba en el cabaré El Plata, en Zaragoza”.
Reme está leyendo. Es la encargada de cuidar y de mimar a los protagonistas más pequeños de The Hole zero; comen galletas, viajan en primera clase y duermen en una mansión que a muchos les gustaría. No desvelamos nada más, que la fiesta continúe y que la Nochevieja no acabe nuncaaa! El agujero les espera.