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Los cuidados del doctor txapeldun

El bilbaino Joseba Barrón cambia a menudo la bata por el maillot, lo que le ha permitido ganar el X Campeonato de España de Ciclismo para Médicos con su propia medicina

Los cuidados del doctor txapeldun

SUS colegas le ven pedalear y tiemblan porque el especialista en Medicina Deportiva Joseba Barrón, es un facultativo líder en la línea de meta y ha ganado ya varios campeonatos de España de Ciclismo para Médicos. El último, todavía calentito, no se lo esperaba. “Empecé a correr esta prueba, diseñada para colegiados, hace diez años. Con la preparación que acumulaba -estoy en la competición desde los 35- me fue relativamente sencillo ganar las primeras. Luego, teniendo en cuenta la edad y que cada vez hay más médicos que corren, pensaba que en mi categoría de 50 a 60 años, me iba a resultar más complicado ganar porque tengo 58, y crees que quizá alguno de 50 o 51 esté más fuerte que tú. Por eso este triunfo de Málaga ha sido una auténtica sorpresa”, se felicita.

Para correr en bici, toma de su propia medicina. “Como médico tomé la decisión de publicar mis trucos. Cuando descubrí mi sistema de entrenamiento por vatios lo publiqué en la web. Cuento cómo entreno, hay que entrenar duro, de manera sana y adecuada. Luego, en carrera, para poder ganar el esprint tienes que saber en qué momento debes arrancar”. “Por mi profesión, como soy médico deportivo, por supuesto que tengo un método de preparación a base del pulsómetro, de hacer series y de entrenar. Pero en mi página web aparece el entrenamiento con el potenciómetro, que a mí fue lo que realmente me hizo dar el salto de calidad. Y pasé de ser un corredor normalito dentro del pelotón a tener posibilidades de quedar el primero. Y ya con 48 años y 13 de competición, gané mi primera carrera en Arija (Burgos). Y fue posible gracias al equipo que estuvo todo el rato pendiente de mí para que pudiese entrar el primero en línea de meta”, expresa, quitándose mérito. “Sí porque hasta Patxi frenó para que yo pasase primero”, apostilla.

En su hoja de ruta de la preparación, la prueba de esfuerzo juega un papel decisivo. “Es un requisito imprescindible para cualquier atleta. El otro día leía en DEIA el reportaje sobre Eneko, el futbolista de Zalla que tuvo una parada cardiaca. En términos técnicos, lo que tuvo se llama muerte súbita, parada con resucitación. Pero hoy tenemos métodos para determinar los deportistas con posibilidades de sufrir esta muerte súbita”.

En su clínica comprueba que hay mucho desfase. “A nivel de medicina deportiva nos encontramos que todo el mundo interpreta el deporte como algo sano y cuando viene a la consulta y se hace una prueba de esfuerzo, si les das un disgusto y les dices; te he visto aquí dos cositas, una arritmia, un nivel de recuperación muy mejorable..., en ese momento se buscan otra persona que les de apto”, se queja. A su juicio, “la gente deportista se cree inmortal porque piensa que por hacer deporte tienen vida sana, pero existen riesgos como el síndrome de Brugada derivado de un exceso de entrenamiento”. Su conclusión es clara; “¿Deporte? Sí ¿Vigilado? Siempre, incluso en las pruebas populares como la Behobia-San Sebastián, o para los que van a jugar la pachanga de amigos, o en las carreras de cicloturismo”, enumera.

El dopaje no entra para nada en su código de conducta. “Yo prefiero ser el último antes que un control antidopaje me dé algo porque me parece un deshonor, pero ha habido positivos hasta en pruebas de montaña”, expone con extrañeza.