El crowdfunding es uno de los fenómenos que más ha crecido en los últimos años. Solo hace falta ojear las noticias del día a día para darse cuenta de esto. Los creadores, cada vez con mayor frecuencia, recurren a este tipo de micromecenazgos a través de la web para sacar adelante sus proyectos. Y, en la mayoría de los casos, funciona. Pero, ¿cuándo surge este movimiento?, ¿qué beneficios aporta a la comunidad artística?, ¿ha supuesto una revolución en las relaciones entre creador y receptor? Son algunas de las dudas que todavía envuelven a este fenómeno, que ha pasado de ser una mera forma de financiación a convertirse en una manera de generar nuevas relaciones y una comunidad.
Antes de nada, pongámonos en antecedentes. El crowdfunding es un fenómeno que surgió hace ya una década, aunque si bien es cierto en los últimos dos o tres años ha experimentado un gran crecimiento. Su nacimiento daba respuesta a la implantación de las teorías sociopolíticas de la economía colaborativa, a lo que se sumó la eclosión de los cambios digitales. Con estas nuevas herramientas, fueron naciendo diferentes plataformas que servían para poner en directa comunicación al vendedor y al receptor. En el ámbito cultural, los creadores comenzaron a explicar, a través de estas páginas web, sus proyectos con la esperanza de que algún ciudadano se enamorara de ellos y quisiera aportar una pequeña parte de la financiación necesaria para llevarlos a cabo. Así, y cada vez más en los últimos años, miles de propuestas que antes se habrían quedado en un cajón, a la puerta de un banco que no otorgaba la financiación necesaria, ahora encuentran un camino.
“Las campañas de crowdfunding ayudan a los artistas a sacar determinados productos a la calle cuyos costes ellos mismos, por sí solos, no pueden asumir”, explica Jonàs Sala, uno de los responsables de Verkami, plataforma pionera en el Estado en micromecenazgo on line y una de las principales hoy en día, que se especializa en proyectos de carácter cultural y social. De hecho, en este último año esta plataforma ha permitido que puedan salir adelante algunos trabajos navarros como el nuevo disco de Ene Kantak, el álbum Contrafobia del cantautor Marcos Fernández, el libro Siempre estuvimos aquí, Siempre fuimos guerreras, el documental Cicatrices o los tres discos que la empresa musical Suakai realizó en apenas tres meses, bajo el nombre de Suakai Revolution, entre otros. En todos estos casos, se ha llevado a cabo una campaña de crowdfunding de recompensa, es decir, “las personas que donan dinero al proyecto para que pueda llevarse a cabo reciben algo a cambio, bien sea un ejemplar del libro, el disco firmado que están financiando u otro tipo de recompensas”, indica Sala, “si bien hay otros estilos de crowdfunding igual de válidos”.
Modelo sostenible
“Cada vez es más común optar directamente por este tipo de financiación”
El fundador de Verkami afirma que “cada vez es más común entre los creadores optar directamente por este tipo de financiación. Tenemos autores que, de manera regular y anualmente, realizan campañas y que estas se han convertido en un modelo sostenible para ellos”, destaca, y ejemplifica: “Hay personas que editan libros infantiles que, una vez al año, hacen una campaña para financiar tres nuevos números para su colección y los financian, mientras el resto del año trabajan en nuevos proyectos; es una nueva forma de vivir de tus creaciones porque está comprobado que el crowdfunding es un modelo sostenible”. Por su parte, la responsable de la plataforma Mecenalia, especializada en el mecenazgo, Ana Zabalegui sostiene que “este tipo de campañas suponen un modelo más que rentable” al generarse un público “para el que supone una satisfacción formar parte de un proyecto”. Además, apunta que “tener una diversificación en las fuentes de financiación lleva a la sostenibilidad”. En este sentido, puntualiza: “Si en la financiación de un proyecto se cuenta con ayudas públicas, otra parte de patrocinios privados, otra de crowdfunding o mecenazgo y otra de venta de productos, el creador dejará de ser dependiente de una de sus formas de financiación y será, así, más viable”.
Para Sala, uno de los mayores beneficios que ha aportado el crowdfunding a la cultura en general y, por tanto, también a la cultura en Navarra es la creación de una comunidad en torno a un proyecto. “Que un grupo de personas esté esperando que salga un proyecto que ha apoyado, para el artista es muy importante y le hace querer seguir trabajando”, observa, para añadir que, además, ahora el fenómeno ha evolucionado. “Ya no es que exista una comunidad en torno a un proyecto concreto, sino que el ciudadano se está acostumbrando, poco a poco, a esta nueva forma de consumir cultura y, de hecho, estamos viendo cómo hay mecenas que han aportado alguna cantidad, mayor o menor, a cientos de proyectos de diferentes artistas a los que no tenían por qué conocer con antelación -destaca-. Lo que esto demuestra es que a la gente le gusta formar parte, de alguna manera, de los proyectos, y que gracias a esto muchos creadores pueden cumplir sus sueños, algo que quizás no habría podido ser posible sin este auge del micromecenazgo”.
Cuatro modelos de ‘crowdfunding’. Actualmente, existen cuatro modelos diferentes de micromecenazgo on line. El primero de ellos es el crowdfunding de recompensa, en el que los mecenas reciben una compensación a cambio de su aportación. Después, están el crowdfunding de préstamo y de inversión, con los cuales se apoyan proyectos a través de préstamos evitando las entidades bancarias, con unas condiciones determinadas, o los mecenas se convierten en accionistas de esa empresa o ese proyecto que ha nacido. Por último, está el crowdfunding de donación, en el que no hay recompensa alguna.
Principales ventajas. Uno de los responsables de la plataforma Verkami, Jonàs Sala, sostiene que las principales ventajas del crowdfunding son, además de lograr sacar adelante un proyecto con la financiación obtenido, crear una comunidad que sea fiel a tus productos y probar si una idea es sostenible o no.
La mayor dificultad. Por otro lado, la mayor dificultad, según Sala, es la elaboración de la propia campaña de crowdfunding. En este sentido, explica: “Hay que darse a conocer durante un determinado tiempo y conseguir el máximo de apoyos, por lo que es importante el trabajo previo a lanzar la campaña para crear una comunidad que quiera colaborar en el proyecto”.
Algunos consejos. Algunos de los consejos que los expertos ofrecen a todos los creadores que quieran lanzarse a esta forma de financiación son: que el proyecto esté en un estadio ya avanzado antes de comenzar la campaña, que se piensen algunas recompensas atractivas, que se planifique bien la comunicación del proyecto para llegar a cuantas más personas mejor.
Proyectos navarros en 2018. En este último año, han visto la luz una serie de proyectos navarros financiados a partir de una campaña de crowdfunding. Estos son algunos: el libro Siempre estuvimos aquí, siempre fuimos Guerreras, creado por 26 autores; el documental Faraway Land, dirigido por Daniel A. Azpe y Josepmaria Anglès; Suakai Revolution, de la empresa musical Suakai; álbum Contrafobia, de Marcos Fernández; primer disco de Lemon y Tal.
jonàs sala “nos estamos acostumbrando a esta nueva forma de consumir cultura”
Según uno de los responsables de la plataforma Verkami, referente en crowdfunding en el Estado, ya existen mecenas que han financiado una pequeña parte de cientos de proyectos.