Brisqueros, tuteros y muslaris de edad y categoría
Jugar a las cartas no es cuestión de edad. Voluntarios de Lions otorgaron los premios del campeonato de naipes a los txapeldunes de las residencias de Bizkaia en la Misericordia
ES bien sabido que cuando la vida entra en el atardecer y las fuerzas físicas van menguando poquito a poco, una de las mejores ocupaciones es el juego reposado de cartas porque mantiene despierta la mente y sobre todo fomenta la relación con los demás. Entendiendo los naipes de esta forma, añadido al propio divertimento lúdico que proporcionan, hace ya cerca de diez años un grupo de voluntarios de Lions ha venido organizando un conjunto de diferentes juegos de cartas entre los mayores de las 40 residencias del territorio de Bizkaia.
Mus, tute y brisca se han convertido de junio a agosto no solo en activación mental y diversión entre los diferentes ancianos, sino también en un acicate de competitividad para demostrar quiénes son los mejores brisqueros, tuteros y mularis. “La respuesta de los mayores ha sido fantástica, casi diríamos que entusiasta, para muchos un porqué nuevo para cada día. Merece la pena el trajín de los voluntarios de Lions del País Vasco simplemente por ver sus caras de felicidad”, explica a DEIA, Marian López, directora de la residencia La Alegría de Muskiz, alma mater del concurso, y presidenta honorífica de Lions.
Concluida la competición, ayer en la Misericordia de Bilbao se hizo entrega de los galardones de cada categoría. La emoción y las caras de felicidad fueron una sintonía. Un tanto más que se apunta la organización Lions -de la mano de las voluntarias Conchi, Amaia, Mercedes, Isabel, la trabajadora social de La Alegría- en su haber de proporcionar algo más de felicidad a quien lo necesita, en este caso a las personas de edad que viven en nuestras residencias.
Las octogenarias Mª Ángeles y Mª Paz, de la residencia Aspaldiko, ganadoras de la competición de mus, mostraban sus mejores galas y su sonrisa delataba el gran día que estaban viviendo, mientras que Josetxu Arteta y Federico Uribe, este último desde su silla de ruedas, no dejaban de mostrar su agradecimiento a los voluntarios de Lions, a los responsables de la Misericordia por acoger “este delicioso acto en un día imborrable para nosotros”, comentaba sin perder la sonrisa y al borde de la lágrima tras haber disfrutado del aurresku organizado que se les ofreció. También sin poder contener la emoción se encontraban los flamantes triunfadores del campeonato de tute, Vicente Rodríguez y Teodosio Mañero. “Es una jornada inolvidable que nos alegra la vida”, sentenciaban orgullosos por lo conseguido.
Tras las cariñosas palabras de Marian López y de disfrutar de un ágape en la Misericordia, los campeones del juego de naipes partieron hacia el Puerto Deportivo de Getxo donde disfrutaron de una agradable comida por invitación del restaurante Parrillas del Mar, con partida de cartas incluida, of course. La celebración continuó con un paseo en barquito por la Ría hasta Bilbao para asistir a una función en el Teatro Arriaga. “Ojalá tuviéramos más días como este”, comentaba Teo, apasionado de las cartas. “Una buena forma de pasar las horas con los compañeros de la residencia; se te pasa el tiempo volando y para nosotros en muchas ocasiones es fundamental, porque a veces los días son interminables”, decía María Ángeles, residente de La Misericordia y compañera de juegos de los campeones.
Iniciativas como esta pueden parecernos a los más jóvenes algo intrascendentes, pero viendo las caras e interés de los participantes, competir, usar sus destrezas y relacionarse con los otros adquiere en estos ancianos la trascendencia que pasa lo cotidiano a nivel de categoría.
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