EL viento de popa favorece más a quien lleva las velas desplegadas. A Skoda le viene de perlas el prolongado auge de la moda SUV porque acertó a vaticinarla desarrollando productos tan idóneos como el Kodiaq y el Karoq. La combinación de diseño, tecnología y precio que brindan ambos modelos explica la buena acogida dispensada por el público. Gracias a ella, la marca checa perteneciente al grupo Volkswagen consolida su progresión en el mercado.
Tras cerrar 2017 con cerca de 25.000 unidades vendidas, pero creciendo a un ritmo inferior al de la media del sector, Skoda pisa el acelerador esta temporada y en los cinco primeros meses prospera casi el 20%, duplicando el registro del mercado español. El ascenso se explica, en buena medida, por la aportación de las nuevas dos creaciones SUV de la casa, que aportan una de cada cinco matriculaciones: el corpulento Kodiaq y el Karoq de proporciones intermedias. El éxito de este último, que ya supera holgadamente en matriculaciones al modelo pionero, ha desbordado las previsiones de la propia marca, lo que la ha obligado a dilatar los plazos de entrega.
Si este factor logístico no altera los planes industriales de la firma, a mediados del año que viene Skoda estrenará el tercer ejemplar de esta saga crossover. Va a ser un modelo de dimensiones escuetas, sobre 4,15 metros de eslora, y propensión urbana. Responde a otro de esos proyectos transversales del grupo VW que luego cada marca integrante adapta a sus características. El candidato, que por ahora carece de denominación oficial, aprovechará buena parte de la estructura del SEAT Arona, tal como el Karoq hace con el Ateca o el inmediato Tarraco hará con el Kodiaq.
De momento, este producto precursor de la gama SUV de Skoda es el que incorpora más novedades a su reparto. El voluminoso todoterreno familiar (ocupa 4,69 metros) adopta tres definiciones más, cada una con un enfoque diferente. Así, la Sportline acentúa el temperamento dinámico y deportivo; la Scout evidencia una inspiración aventurera y exhibe un porte elegante; por su parte, la próxima ejecución Laurin & Klement apuesta por un exquisito refinamiento.
Las dos primeras, que toman como base el acabado Ambition, comparten dos motorizaciones TSI de gasolina de 1.4 y 2.0 litros (150 y 180 CV) y un TDI de 2.0 litros (150 CV). El fabricante propone en todos esas mecánicas transmisión DSG de seis o siete velocidades. No obstante, los bloques 1.4 TSI y 2.0 TDI se conectan también a cambio manual en el acabado Scout, que siempre adopta tracción integral. Asimismo, el sistema 4x4 va asociado a los motores 2.0 TDI y 2.0 TSI de la ejecución Sportline. La versión Scout completa su oferta proponiendo en exclusiva la variante con 190 CV del motor diésel de dos litros, que conecta a transmisión DSG de siete velocidades. El Sportline horquilla su tarifa entre 36.310 y 40.460 euros. La variante Scout cuesta entre 40.210 y 43.800.
El próximo Kodiaq Laurin y Klement instala dos motores TSI. La primera posibilidad la ofrece el bloque 1.5 de 150 caballos y la otra la variante del 2.0 que eleva su rendimiento a 190 CV. Ambos equipan nuevos filtros de partículas para reducir las emisiones, que en breve estarán disponibles en toda la gama. Completa su reparto con unidades 2.0 TDI de 150 y 190 CV. Las dos motorizaciones más solventes optan por tracción 4x4 y proponen como opción el sistema de Control de Chasis Adaptativo.
Skoda también tiene en cartera una interpretación deportiva RS del Kodiaq. Dicha versión del todoterreno de siete plazas equipará un propulsor diésel BiTDI de 2.0 litros, que remite sus 239 caballos a las cuatro ruedas. Llegará al mercado a final de temporada.