lA Rioja exuda cultura del vino. Y no podía ser una excepción Briones, pequeña villa que forma parte del envidiado grupo de Pueblos más bonitos del Estado. Las vides y su museo dedicado a Baco conviven con un bonito casco urbano medieval, calles empedradas y palacios y casas majestuosas, atractivos a los que une sus rutas a pie y en bicicleta.

Cualquier tipo de visitante puede disfrutar de Briones, municipio de La Rioja situado al noroeste de la comuniddad, de menos de 1.000 habitantes y distante 35 kilómetros de Logroño, 45 de Iruñea y 122 de Gasteiz. Está emplazado en un cerro de 80 metros de altura, con su ladera norte cortada sobre el río Ebro en pendiente casi vertical, lo que otorga unas vistas impresionantes.

La villa, cuyo nombre parece aludir al pueblo celta llamado Berones, previo a la conquista del Estado por el Imperio Romano, pertenece a la comarca de Haro y, a pesar de contar con apenas 900 habitantes y 38 kilómetros cuadrados de superficie, su cultivo de la vid y los productos de la huerta la han convertido en destino de turistas gracias a sus vides, bodegas, un entorno natural apreciado y buenos lugares para comer y empaparse de la cultura del vino.

Resulta obligado visitar el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, inaugurado en 2004 y considerado como el mejor museo del vino por la Organización Mundial del Turismo-ONU. Está ubicado en los viñedos de la familia Vivanco y cuenta con un espacio de 4.000 metros cuadrados. Allí se muestran el cultivo de la vid, la vendimia, las técnicas de elaboración del vino y se enseñan todos los utensilios que se utilizan en este proceso.

Además, en el exterior se ubica el denominado Jardín de Baco, un precioso espacio que acoge una colección de vides con más de 220 variedades de uva de todo el mundo. “En este museo podrás conocer la historia del vino y la relación que los seres humanos hemos tenido con él a lo largo de sus 8.000 años”, según Turismo de La Rioja

casco medieval Además, Briones destaca por su belleza como pueblo. Especialmente por su casco medieval, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, repleto de calles empedradas y rodeado de un conjunto urbano de tipo monumental. De él destaca su majestuosa iglesia de la Asunción, construcción del siglo XVI de estilo renacentista mezclado con estilo Reyes Católicos. Consta de tres naves, cabecera ochavada y torre barroca de los Beratúa, en bella plaza cuajada de casonas con blasones.

La visita debe incluir también el Palacio del Marqués de San Nicolás, del siglo XVIII y sede del Ayuntamiento, al igual que los restos de su fortaleza. Antiguamente, la villa estaba completamente amurallada y contaba con una fortaleza para defender al pueblo. En las murallas se abrían seis puertas para acceder al pueblo.

Conviene también admirar su Casona, considerada como el edificio más antiguo de la comunidad, ubicada en la esquina de la plaza con la calle Bergareche. Su ermita del Santo Cristo de los Remedios, el paseo arbolado de su entorno y sus rutas, a pie o en bicicleta desde Haro, también son atractivos.