eL funicular de Artxanda ofrece todos los sábados un servicio gratuito de visitas guiadas para que los vizcainos y turistas conozcan la historia de este transporte centenario. Resulta la excusa perfecta para subir a este balcón verde, que ofrece unas panorámicas excelsas de la villa, y pasar la jornada en un entorno natural.

Artxanda, lugar de esparcimiento de los bilbainos desde hace más de un siglo y últimamente reclamo de turistas y de actividades como Funi Sundays, que alternará música, talleres y mercadillos a partir del 25 de junio, es uno de los lugares más emblemáticos de Bilbao, que permite disfrutar de la capital desde las alturas, a 300 metros.

Desde su mirador, por la mañana y en días claros, se adivinan el valle del Txorierri y el aeropuerto, y hasta casi el mar. Se puede subir andando (900 metros fáciles de recorrer) o coger el autobús o el funi. El Ayuntamiento ofrece los sábados, a las 11:30 horas, visitas guiadas gratuitas -euskera y castellano-, para dar a conocer los secretos, curiosidades y anécdotas de esta instalación singular, que en 1915 supuso un referente en el campo de la ingeniería.

Ya arriba se puede aprovechar para vivir una jornada en un entorno natural que cuenta con numerosos servicios de restauración, una amplia área recreativa y la ermita de San Roke, así como los restos de su trinchera y de la escultura Aterpe 1936, que nos conecta con la Guerra Civil.