corría el año 1925 cuando el explorador británico Percy Fawcett, junto a su hijo, Jack, un amigo de este y un par de guías brasileños, decidió lanzarse a una expedición en el corazón de la selva Amazonas, convencido, tras varias exploraciones anteriores, de que El Dorado, esa utópica ciudad donde el oro era abundante, se encontraba ahí. Aunque había estado cerca de morir en varias ocasiones durante anteriores marchas, este viaje supuso el punto final: Fawcett y el grupo que le acompañaban desaparecieron sin dejar rastro y nunca se ha sabido qué fue de ellos, pese a búsquedas posteriores.

El director James Gray toma esta historia para su última película, Z. La ciudad perdida y pone el nombre de Percy Fawcett de nuevo en boca de todos, si bien ha sido fuente de inspiración para numerosas obras y varios personajes, entre ellos el reconocido explorador Indiana Jones, como muchos sugieren.

La película pasó con buena nota por la Berlinale y se estrenó el pasado mes en Estados Unidos, conquistando tanto a público como crítica, catalogándola varios como el mejor filme de James Gray -El sueño de Ellis (2013), Two Lovers (2008)- hasta la fecha.

rodaje en la selva Basada en el libro escrito por el periodista David Grann, la película trata de reconstruir el gran viaje que realizó Percy Fawcett, haciendo gala de la curiosidad por aquellos mundos salvajes que el explorador británico descubría a cada paso dado.

Son en total más de dos horas de metraje que cautivarán al espectador con bellas imágenes, plasmando ese lado salvaje y desconocido del planeta, gobernadas por el espíritu y obsesión exploradora del protagonista. Pero va más allá que una simple película de aventuras, y James Gray edifica sobre esta esencia un largometraje donde drama familiar, valores de una época e incluso contexto bélico se dan cita.

Los actores, capitaneados por Charlie Hunnam, se mueven con total naturalidad por los decorados y paisajes, con el verde como color dominante a lo largo de la película. El rodaje implicó tres meses de trabajo sumergidos en plena selva, hecho que hizo que quien iba a ser el protagonista, Benedict Cumberbatch, abandonase el proyecto, al quedarse su mujer embarazada. Hunnam entró a formar parte del elenco, y sin duda fue un sustituto más que digno, como demuestra en pantalla.

El rodaje estuvo plagado de incidentes: cambios de set por la crecida de ríos, y posteriores inundiacione, Hunnam tuvo que acudir al hospital al quedarse un escarabajo atrapado en su oído, picaduras de todo tipo por parte insectos... Consecuencias de sumergirse en la selva tropical para trasladar a pantalla, de la forma más fidedigna posiçble, aquellos entornos naturales y salvajes que conquistaron a Fawcett.

Además, la historia muestra respeto por las tribus indígenas con las que el explorador se encontraba, y exhibe en pantalla sus costumbres y hábitos, desconocidas para el ser humano pero que enamoraron a Percy, a la par que sus escenarios.

Un reto ambicioso para recrear la vida del explorador, que atrapará al espectador, y tal vez no lo suelte.