Pamplona - Como era de esperar, Cristina Pedroche volvió a dar la campanada a tenor de la polémica generada en las redes sociales con el vestido que eligió para el especial de Nochevieja de Antena 3, que presentó junto al cocinero Alberto Chicote.

Las transparencias, el encaje y, sobre todo, el brillo fueron los absolutos protagonistas del “diseño único” que lució de la mano del director creativo de Pronovias, Hervé Moreau. Un body negro con bordado de estrellas con influencias comiqueras y muy pop, con un escote que no deja de recordar a Jessica Rabbit; de los hombros, por delante del cuello y en las caderas, cadenas de plata, imitando a las de una casaca militar, unen algunas estrellas. Y sobre el body, una falda de tul negro con bordado de cristales en forma de lluvia de estrellas en el bajo. Sin duda, Pedroche supo diferenciarse de sus compañeras Lara Álvarez (T5), Irene Junquera (La Sexta) y Anne Igartiburu (TVE1).

Al contrario que la madrileña, Lara Álvarez apostó por el menos es más. Con un estilo muy sobrio, la asturiana lució un traje rojo, con escote palabra de honor y transparencias en el cuello. Un color muy típico en Nochevieja que, como ya confesó hace días, para es también símbolo de la buena suerte. El diseño pertenecía a la nueva colección de Vicky Martín Berrocal, tal y como ella misma se ha encargado de colgar en las redes sociales.

La compañera de Pedroche en el programa Zapeando, Irene Junquera, no quiso hacerle la competencia a la vallecana y apostó por un estilo menos llamativo, un diseño del portugués Joao Rôlo que se caracterizaba por sus bordados y un escote irregular, con una manga de tul transparente y brillos que le daba un toque sensual al conjunto.

La presentadora más veterana de las campanadas, Anne Igartiburu, se volvió a coronar como la más elegante de la noche con un espectacular vestido rojo de terciopelo en corte de pico del diseñador Lorenzo Caprile, que, sin embargo, no sorprendió. Igartiburu parecía Rita Hayworth con un diseño que marcaba cintura, resaltaba pecho y que acompañó de un peinado con ondas naturales.

Fue una noche de trajes largos, en el que el rojo pasión, el color de la suerte, el que se aconseja a los supersticiosos para empezar el año fue el ganador. Triunfaron los cortes simétricos, los que marcan figura, aunque todos algo sosos, salvo el de Cristina Pedroche, que volvió a concitar más odios que adhesiones en una noche en la que las presentadoras restan protagonismo a las uvas. - D.N.