Carmen Lomana: “¿Operada? Sí, de apendicitis, pero no de lo que la gente cree”
Le gusta la popularidad, le encanta que le pidan una foto y comprobar que sigue siendo lo que ahora llaman una ‘celebrity’. Vestida de negro, con una simpatía arrolladora, inauguró en Bilbao una tienda de moda
bilbao - Su llegada a la nueva tienda de moda de Bilbao, Top Queens, era esperada por muchos que se agolpaban a las puertas del establecimiento. Con la sonrisa puesta de forma permanente, no se negó a hacerse fotos con nadie, todo lo contrario, ella es muy profesional y con una educación exquisita. Tiene un punto de ironía a la hora de contestar, pero no elude nunca las preguntas.
25 euros una prenda?
-Es maravilloso, nadie hace más por la moda que estas marcas de precio bajo?
Ya, pero usted hace gala de sus prendas de marcas imposibles de adquirir por ese precio. No la veo vistiendo por 25 euros.
-No tiene nada que ver, estas marcas consiguen que la moda se democratice, se entiende más de moda. Entras en esta tienda y te encuentras con todas las tendencias. El vestido que llevo es de aquí, de esta tienda. Así que, como puede ver, también me quedan bien las prendas de 25 euros. ¿Qué le parece?
Pero usted es mucho más sofisticada, ¿o no?
-La ropa hay que llevarla con cariño, sea del precio que sea. Si me gusta un vestido, lo llevo con el mismo cariño aunque cueste 25 euros que uno de Dior que cuesta una barbaridad.
¿Cómo es su fondo de armario?
-Interminable, no tiene fondo. Entras y no sabes cuándo sales.
¿Víctima de la moda?
-No, disfrutona de la moda. Disfruto de la belleza en general, me gusta rodearme de cosas bellas. Me gusta ir bien arreglada, siempre me ha gustado, desde que era una mico.
La wikipedia está ahí para decir la edad?
-Sí, ja, ja, ja? No me quito años, estoy orgullosa de decirlos.
Pero ¿qué hace para conservarse así?
-Me gustaría darle un secreto, pero no lo tengo. No soy nada deportista, salvo nadar en verano, juego a pala?
No la veo en el frontón.
-Ja, ja, ja? en las playas del norte, cuando baja la marea. Pero ahora no hago nada de ejercicio, no tengo tiempo, y cuando lo tengo lo que menos me apetece es meterme a un gimnasio.
¿No le gustan?
-Para mí no, pero creo que está muy bien para quien le guste. Siempre he pensado en apuntarme a un gimnasio que tenga baile, me encanta bailar.
¿Por qué no lo hace?
-Siempre digo que voy a hacer zumba, zamba o lo que sea; pero trabajo mucho y me da pereza, prefiero dormir, aunque no duermo muchas horas, y descansar.
Hablemos de operaciones? ¿De qué se ha operado usted?
-Me he operado de apendicitis, pero de lo que piensa la gente y por lo que usted me está preguntando, no. Aunque no tenga dudas, en el momento que se me empiece a caer la cara me operaré. Prefiero operarme a estar inflándome a inyecciones que no te llevan a ningún sitio.
Prefiere cortar por lo sano.
-O aceptas la flacidez o solo la quitas con el bisturí. A mí no me apetece, a nadie le gusta, pero en el último caso sería una solución.
¿Ningún retoque?
-Sí, las bolsas de los ojos y los párpados; es típico de los Lomana que les crezca la piel de los párpados, así que estoy a punto de hacérmelo otra vez. Pero hasta este momento no me he hecho nada más, lo diría de haberlo hecho.
¿Qué talla utiliza usted?
-36 o 38. Más bien la 38, soy grande de esqueleto?
Eso sin dietas.
-Cuidándome, pero comiendo de todo. Soy así, pero no soy única.
¿Qué tal la televisión y la radio?
-Bien, sigo haciendo colaboraciones y tengo proyectos nuevos. En la radio acabo de empezar con Isabel Gemio en Te doy mi palabra. Es un medio que me encanta.
¿Le gusta más que la televisión?
-De vez en cuando tienes que parar y hacerte desear.
¿Desgasta?
-Mucho, cuando terminé Supervivientes paré, fue una exposición tan grande?
¿Por qué se expuso de tal manera?
-Yo fui feliz, quise vivir esa aventura. Lleva consigo una gran exposición, pero tú no das cuenta. Yo estaba ahí disfrutando y sufriendo, pasaba hambre, había mosquitos?
Vaya forma de disfrutar.
-Yo quería estar fundida con la naturaleza.
¿No se arrepintió?
-En ningún momento. Cuando me avisaron de que a mi madre le había dado un ictus me mareé del disgusto, estaba sola con el director y pedí una coca cola para el mareo, pero no me la dieron.
Parece cruel.
-No, todo es muy estricto, todo lo que se ve es cierto, pero también es maravilloso.
¿Se puede mantener el glamour en ‘Supervivientes’?
-Glamour no diría, pero la dignidad y la esencia de lo que soy no las perdí nunca; tampoco la educación. Disfrute porque me olvide de las cámaras.
¿Cuál es su prenda favorita?
-Un vestido. Es cómodo, te lo pones y ya está. Si escoges el pantalón tienes que pensar en la blusa? Pero también me gustan mucho los jeans, los vaqueros; es una prenda muy versátil, te la puedes poner para vestir, de sport, va a depender mucho de los complementos. Tengo muchos, de todos los colores.
¿Su color preferido?
-El negro, que es la negación del color. Pero como chica, como femenina y como un poco cursis que somos las niñas, me encanta el rosa.
¿La elegancia es una cuestión de cuna, de dinero, de ADN??
-Una cosa es lo que lleves puesto y otra es la elegancia natural de la persona. Se nace con ella, tampoco tiene nada que ver con la cuna, la condición, el dinero? Hay personas que genéticamente son muy elegantes. La elegancia se puede ir desarrollando, aprendiendo a vestir, a estar?
¿La belleza y la elegancia están en el interior?
-Si no eres una persona elegante por dentro, difícilmente vas a poder demostrarlo por fuera, por muchos vestidos que te pongas.
¿Qué le atrae del norte?
-Todo. Es llegar a Euskadi y sentir una gran felicidad, respiro de otra manera. Añoro mucho la humedad, la lluvia, es lo que no tengo en Madrid, y la gente aquí es especial, me encanta. Es mi tierra, añoro mi Donostia, hay muchos recuerdos enterrados en ella.