“Hace más daño el miedo al otro que el peligro del otro”
Bilbao - Nació en Campinas, una ciudad del estado brasileño de Sao Paulo y por su sangre corre una mezcolanza de sangres, desde la brasileña a la escocesa -“incluso un tanto por ciento de sangre de esclavos africanos”, matiza...-; lleva más de cincuenta países vividos en su zurrón a la espalda, cursó estudios de Filología Japonesa (habla siete idiomas, incluido el euskera, y anda con el octavo, el chino, entre manos...), tiene el espíritu bohemio de los artistas (“me encanta la arcilla pero también la impresión en 3D”, puntualiza...) y detuvo su deambular hace nueve años en Bilbao, donde trabaja como profesor de inglés y portero de noche del Bowie, el afamado local de Pozas. Douglas de Carvalho es, ya lo ven, un trotamundos.
¿Qué le hizo salir de casa?
-No me siento de Brasil ni de Escocia; allí siempre me veían como alguien de fuera. Quizás hoy las cosas han cambiado pero hace quince años no era fácil ser homosexual en Brasil y siempre he buscado sitios donde me aceptasen.
Y de repente, ¡zas!, paró en Bilbao...
-Encontré la originalidad, algo auténtico, en la cultura, el euskera, en la forma de defender las tradiciones. Hasta el punto de que acabo de comprarme un piso.
¡Detiene su carrera!
-¡Uf!, tanto como eso... En cuanto acabe de poner la cocina me voy a dar una vuelta por ahí. Pero me gusta pensar que aquí tengo el campo base.
Con ocho idiomas a su espalda ya se entenderá... ¡Qué facilidad!
-Todos tenemos facilidad, lo que varían son los intereses de cada uno. A mí es algo que me divierte.
¿Dónde está el paraíso en la tierra?
-El paraíso es mi casa, que puede estar en cualquier sitio. Ahora mismo, el paraíso más cercano que tengo es el Puerto Viejo de Algorta, donde se conservan las tradiciones y se ven las raíces del siglo XVI, XVII...
Oiga usted, testigo. ¿Somos tan diferentes los pueblos de la tierra?
-Tienen sus peculiaridades en función de cada cultura, del peso de su Historia, pero es más el interés de unos pocos por que sea así que una diferencia real. La Historia nos ha enseñado que, a la larga, toda emigración se integra. Todo encaja.
Me va a perdonar pero hay miradas que...
-Es natural que un grupo se cuide y mire con recelo a otro. Es natural y muy antiguo, del tiempo de las tribus porque todos competían por el mismo bisonte. Pero hace más daño el miedo al otro que el peligro del otro. En África, por ejemplo. Durante los diez primeros países que visité siempre pensaba que el peligroso iba a ser el siguiente. Y aprendí que la bondad es mayoría.
¿Qué enseñanzas extrae de Bilbao?
-Ves cómo pesa su historia, sus dificultades. No es una leyenda urbana eso de que el bilbaino es más cerrado, pero se entiende el por qué muy fácil. Han perseguido su idioma, su idiosincrasia... Y lo defienden con uñas y dientes. ¿Un ejemplo?
¡Venga!
-El japonés es muy gracioso, pero se queda en lo superficial. En Francia te aceptan como ciudadano del mundo, pero es más bonito lo que sucede en Bilbao, donde una vez que se interesan por lo tuyo, te aceptan y te acogen como si fueses uno más de la familia.
artista trotamundos