La pista del aeropuerto de Castellón recibió ayer al primer avión de un vuelo regular en sus polémicos casi cuatro años y medio de vida, procedente de Londres y operado por la línea de bajo coste Ryanair, con el que las autoridades pretenden ahora transformar “los chistes en turistas”.

A las 10.25 horas y con quince minutos de antelación sobre el horario previsto, el Boeing 737-800 con 189 plazas que había despegado a las 07.10 horas del aeropuerto londinense de Stansted aterrizó con 186 pasajeros. Estos bajaron a la pista directamente desde la escalerilla del avión, algunos de ellos riéndose al ver el gran despliegue mediático, y fueron agasajados en la terminal con zumo de naranja.

Este aterrizaje fue cubierto por medio centenar de periodistas y contemplado por un centenar de curiosos que, tras la valla del aeropuerto, aplaudieron la llegada del avión, que despegó pasadas las once de la mañana de nuevo hacia Londres.

En la zona de recogida de maletas se concentraban matrimonios de británicos que han venido principalmente a Alcossebre y Peñíscola a pasar sus vacaciones o estar una temporada en su segunda residencia, como una pareja de Northamptom que explicó a Efe que compraron en Alcossebre un apartamento hace 30 años y ahora podrán venir con más facilidad. También había residentes en Castellón que viven y trabajan en el Reino Unido y que venían a pasar unos días en familia aprovechando los bajos precios.

No más “chistes” Con las líneas a Londres -que se mantendrá todo el año- y a Bristol -que funcionará de marzo a octubre-, Ryanair moverá 60.000 pasajeros anuales desde Castellón, con un impacto económico en la región estimado en unos 300 millones de euros y la generación de unos 60 puestos de trabajo. Mientras los pasajeros iban abandonando las instalaciones aeroportuarias con los dos autobuses lanzadera, con coches de alquiler o con los amigos y familiares que fueron a buscarles, en las oficinas comenzaba una rueda de prensa. En ella participó el presidente de la Diputación, Javier Moliner (PP); el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer (socialista, recientemente nombrado presidente de la sociedad gestora del aeropuerto, Aerocas); el presidente de la firma que explota la infraestructura, SNC-Lavalin Castellón, Alain Russel, y el jefe de ventas y marketing de Ryanair España, José Espartero.

Tanto Moliner como Colomer quisieron marcar la diferencia entre el “antes y el después” del aeródromo y calificaron la nueva etapa como la del “rigor y la seriedad” y de una infraestructura puesta al servicio del sector turístico provincial. Moliner aseguró que con la llegada del primer vuelo “se han transformado los chistes en turistas”. “Sin hacer demasiado ruido se abre hoy una nueva luz para los empresarios de la provincia”, tras haberse compensado, añadió el presidente provincial, ese desequilibrio que existía al no contar con un aeródromo. Preguntados por Carlos Fabra, expresidente de la Diputación y del PP de Castellón e impulsor del aeródromo, actualmente en la cárcel por delitos fiscales, Colomer dijo que ya le dijo “todo lo que le tenía que decir en vivo y en directo” -como jefe de la oposición-, le envió “recuerdos” y le deseó “que tenga mucha salud”.