bilbao- Tango, ranchera, funk, reggae, rock, pop? Coti sigue sonando tan ecléctico como siempre en su séptimo disco, Que esperas (Universal), cuya gira de presentación arranca hoy en la Rock Star de Bilbao antes de pasar por Madrid y Barcelona. El músico argentino, autor de himnos como Color esperanza, Antes que salga el sol o Nada fue un error, se declara “un romántico del sonido” y defiende “la nobleza de la canción popular”.
Vuelve tras más de 5 años sin canciones nuevas.
-He seguido escribiendo pero el proyecto anterior, con regrabaciones de canciones mías que habían cantado otros artistas, me demandó mucho tiempo. Algunas están en el disco actual y he hecho ya hasta siete en 12 años. No es mal promedio (risas). Con la escritura empieza mi labor como músico, todo surge de la composición. Es la pieza fundamental antes de trabajar en los arreglos, producción, sonido?
El título del CD, las canciones y una foto suya en la estación de metro de Buenos Aires aluden a la espera.
-La espera y las expectativas son muy interesantes en todos sus aspectos. Si son sanas o no, falsas o verdaderas? Permiten un buen trabajo poético y se resumen en el título, que va en dos palabras, sin tilde ni signo de interrogación. Es adrede, no un error. Puede interpretarse como un imperativo o una pregunta. Lo dejo a la libre interpretación, como mis canciones. Es algo que me gusta.
Suena muy abierto musicalmente. Partiendo de los 60 y 70, como siempre, mezcla música negra, tango, reggae, rock, ranchera?
-Estilísticamente siempre me he sentido muy libre y me gustan muchos géneros distintos. Me influyó el tango, la música clásica, los 60? Lo he vivido todo pero no caigo en el cliché, trato de sonar personal y no incluir cada tema en un sonido diferente. Debe estar ahí siempre mi tamiz personal, al que contribuyó la discoteca de mi padre, que fue como la biblioteca de su progenitor para Borges, todo un mundo. Allí me nutrí de miles de géneros.
Ha escrito varios himnos populares y su música tiene un fuerte componente pop. Algunos le minusvaloran por ello. ¿Son prejuicios?
-Los prejuicios existen de siempre, son tan viejos como el ser humano. Y afectan a todo lo que sale a la luz, sobre todo si genera algo bueno entre la gente. Ahora, además, hay más libertad con las redes sociales y el anonimato permite darles rienda suelta. Pero me parece bien, es algo sano. De todas formas, me tiene sin cuidado porque la canción popular es un género extremadamente noble y del que siempre me he nutrido.
¿Qué espera del disco?
-(Risas). Las expectativas ya están cumplidas al editarse en toda Latinoamérica y España. Se está escuchando y en los seis conciertos dados en Argentina ya cantan estas canciones. Eso me pone muy feliz, como girar y tocar en Bilbao. Eso es el éxito, sacar el séptimo disco hoy en día, con lo difícil que está todo.
¿Cómo será el concierto bilbaino?
-Como los de Argentina, que los he disfrutado muchísimo. Sumo entre una decena y docena de canciones nuevas al repertorio, que cada vez me resulta más difícil elegir. Es curioso, se mezcla gente que canta las que tienen diez años y otros las nuevas.