Sucedió en Burdeos, Francia. Unos adolescentes borrachos robaron una llama de un circo y se la llevaron de paseo en tranvía.
Uno de los jóvenes dijo que en el tranvía no pudieron controlarla y la dejaron allí a cargo del inspector de la estación.
Los usuarios del tranvía fueron quienes llamaron a la policía para alertar de la presencia de la llama antes de que los chicos la dejaran a cargo del inspector.