bilbao. Lleva haciendo radio más de 18 años sumando su paso por Radio Popular y los que lleva en Onda Vasca. Es un medio que le apasiona y que ahora le ha situado en un reto diferente, cinco horas de emisión seguida los sábados y los domingos, un horario que le ha obligado a replantearse su tiempo de ocio durante el fin de semana y también los lunes y martes, días en los que no trabaja.

¿Qué temas ha abordado en su vida en la radio?

He hecho, sobre todo, informativos y programas. Lo que se resiste es el deporte y creo que seguirá resistiéndose. En Onda Vasca, siempre he hecho programas desde que empecé haciendo una hora diaria en La tarde en Euskadi. Ahora salto al fin de semana con cinco horas.

¿Había estado alguna vez en el turno de fin de semana?

No. Es la primera experiencia y considero que es una franja muy importante, comienza a las 8.00 horas y termina a las 13.00. Son cinco horas muy diferentes a cualquier franja de lunes a viernes. Es un tiempo muy intenso.

¿Da vértigo?

Un poco, pero es un vértigo que gusta. Saber mantener el pulso, la tensión y el interés de la gente que está al otro lado de la sintonía de Onda Vasca es lo que más vértigo puede dar. Teniendo en cuenta que el contenido no es el mismo el que ofreces a primera hora que al de avanzada la mañana, pero de una u otra manera tienes que estar manteniendo el atractivo de lo que estás contando, no puede decaer en ningún momento. Mantener ese interés durante cinco horas es lo que da más vértigo.

¿Qué sección le atrae más?

Todas tienen un puntito muy particular. Algunas de las que hemos heredado de la anterior etapa de Euskadi hoy fin de semana me gustan mucho. Por ejemplo, me gusta mucho poder charlar con vascos que está dispersos por el mundo, que te cuenten sus experiencias; estar pegado a la actualidad con temas que interesan a la audiencia o una entrevista son puntos que te mantienen bien informado, te obligan a estar al tanto de todo lo que pasa. Eso sin olvidar todas aquellas secciones que nos llevan a la cultura a través del cine o la literatura; los apuntes más locales, recorrer Euskal Herria? Todas las secciones son muy distintas, aportan algo y te mantienen alerta y con interés. Estas secciones te mantienen enganchado, esperemos que a la audiencia también, y te mantienen divertido.

¿Cómo lleva ese mundo al revés en el que vive esta temporada? La mayoría descansa, usted trabaja.

Al principio, era lo que más me podía pesar. Ir al revés que todo el mundo cuando desconoces la experiencia parecía que era lo que más me iba a pesar. Supongo que esta sensación la tiene todo el mundo que ha experimentado el trabajo en fin por primera vez.

¿No es así?

Pensaba que iba a ser un cambio excesivamente radical, pero uno se amolda. A los compañeros le ves de otra manera, mantienes otro tipo de contacto, pero lo estoy llevando bastante bien. No me está pesando como pensaba. Ya sabes lo que ocurre con todos los cambios: al principio parece que van a ser de una forma y luego son de otra. Yo estoy muy contento ahora. Disfruto el programa y espero seguir haciéndolo; sobre todo, quiero que los oyentes de la emisora estén satisfechos con esas cinco horas en las que ponemos toda la ilusión del mundo.

Pero estar en antena a las 8.00 horas del sábado y del domingo condiciona. Para empezar se acabó el irse de juerga, la voz tiene que ser alta y clara.

Ja, ja, ja? Además, a mí cualquier cosa siempre me afecta a la herramienta de trabajo, la voz. Ahora estoy aprendiendo a cuidarme los viernes y sábados, vísperas de programas, pero a la mínima la garganta sufre. Ahí me mantengo firme y me cuido mucho.

¿Ha aprendido a sacar chispa a los lunes y martes?

La verdad es que sí. Además haciendo cosas muy distintas de las que hacía un sábado y un domingo. Ahora puedes ocuparte de las cosas más domésticas, de poder hacer un trámite. También puedo quedar con amigos y hacer otras actividades, también distintas a las de fin de semana, estoy aprovechando el tiempo estos días. Es un mundo muy distinto el que estoy descubriendo entre semana.

No sé si desearle buen fin de semana.

Ja, ja, ja? Por supuesto, deséamelo. Estoy acostumbrado, los compañeros según se van el viernes dicen: Buen finde.

¿Y qué dicen usted y su equipo?

Que gracias, que sin problemas y que procuraremos pasar un buen fin de semana. Alguien tiene que estar con los oyentes y ese alguien somos nosotros.