Ormaiztegi

Arthur Miller dijo que "la vida es como una nuez; no puede cascarse entre almohadones de plumas". Quien lea esta frase del célebre dramaturgo estadounidense pensará, tal vez, en instrumentos más útiles que los almohadones para poder disfrutar el sabroso fruto seco: un socorrido cascanueces, una pequeña maza de madera... incluso el viejo método de apretar entre las manos dos unidades. Pocos pensarán en el instrumento que emplea el ormaiztegiarra Juan Carlos Díez Soto: su trasero. Un trasero, por otra parte, de competición. Este guipuzcoano acaba de batir el récord del mundo de partir nueces con el culo en el programa Lo show dei record de la televisión italiana. Juan Carlos se enfrentó al anterior campeón mundial, un francés, y consiguió romper nada más y nada menos que 76 cáscaras en un minuto. El francés se quedó en 67 y además tuvo que ser trasladado a un hospital en ambulancia.

Díez Soto cuenta que comenzó a practicar esta actividad en las sidrerías, con los amigos, hace ya casi un cuarto de siglo. "Creo que lo hice por vez primera en Ikaztegieta. Uno de mi cuadrilla trabaja en el mundo de la televisión y me animó a ir a los medios. Mi primera aparición televisiva fue con Juan Ramón Lucas. También estuve en el programa ¿Qué apostamos?, con Ana Rosa Quintana, con Florentino Fernández...".

Se pusieron en contacto con la empresa que se encarga de los récord Guinness y el guipuzcoano fue durante una temporada el hombre que más nueces partía por minuto utilizando el trasero. Lo hacía sin apoyar las manos. Un japonés batió su marca apoyándose y después el francés mejoró el registro del nipón. El vasco, ya utilizando las extremidades superiores, ha superado a los dos con facilidad. Los practicantes de esta singular afición tienen que cumplir varias condiciones para optar al Guinness. Las nueces tienen que ser de una determinada variedad y deben estar colocadas en el suelo a una distancia de 20 centímetros la una de la otra. Además, no se puede reforzar el pantalón.

Esquión y no rabadilla El vecino de Ormaiztegi utiliza vaqueros, aunque no parece el mejor tipo de pantalón para hacer ejercicio. "Probé con las mallas, pero las cáscaras se me clavaban en la carne", comenta. Dice que con unos buenos tejanos el trasero no sufre. "Sufren más la rodillas. Para no tener lesiones, practico deporte y hago flexiones. Parto las nueces con el esquión y no con la rabadilla. El francés le da con otra parte del culo y en Italia acabó muy mal".

El vasco solo ha tenido problemas cuando ha partido otros frutos secos. "He llegado a romper avellanas, pistachos, almendrucos... Estos sí que son duros...

Con los almendrucos y las nueces pequeñas de los caseríos sí que he llegado a tener moratones". El tema puede prestarse a cachondeo, pero a Díez le ha servido para hacer turismo, conocer gente y sacarse un sobresueldo. "Empecé en esto como hobby, pero me ha dado la oportunidad de hacer varios viajes con mi familia. Además, he conocido a la mujer más pequeña del mundo, al hombre con más tatuajes. Una empresa se encarga de conseguirme apariciones en la televisión y mi siguiente objetivo es ir a Japón. Allí hay una gran afición a estas cosas". También le gustaría ofrecer exhibiciones cerca de casa, pero todo dentro de una medida, porque a lo que no está dispuesto es a perder el culo por su afición.