Widener asegura que las rocas son su comida preferida, pero desde que se casó con su esposo Jim el año pasado, su curioso habito ha mermado considerablemente.Este hábito, derivado de una condición médica llamada "Pica", provoca que las personas se obsesionen por objetos poco comunes.

Cuando tiene días malos, lo que mejor le hace sentir a Teres Widener es comer unas piedras como si fueran un tentempié. Esta mujer recoge su colección de piedras en un armario de su cocina, y disfruta de ellas en los largos paseos cxon su esposo. Widener elige las piedras por su aspecto, de hecho si están llenas de lodo mejoran por completo. Sus favoritas son las más blancas y frágiles, pero si son duras, las rompe con un martillo.