Una real imprudencia

EL nieto mayor de los reyes de España, Felipe Juan Froilán, se recupera en un hospital de Madrid tras haber sufrido el lunes una herida en un pie al disparársele por accidente una escopeta de pequeño calibre que, según la Guardia Civil, no estaba autorizado a usar por su edad. Según fuentes de la Casa Real española, Froilán, de 13 años, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, sufrió el percance mientras manejaba una escopeta de dos cañones y munición de calibre 36 con la que realizaba junto a su padre prácticas de tiro en la finca familiar de Soria. Tras lo ocurrido, fue trasladado de urgencia a un hospital de la ciudad y posteriormente a la clínica Quirón de Madrid, donde pasó la noche y donde permanecerá varios días ingresado.

Además de recibir antibióticos, Felipe Juan Froilán fue sometido el mismo lunes a una "limpieza quirúrgica" de la herida, que constaba de "orificio de entrada en el dorso del pie derecho a la altura del cuello del segundo metatarsiano y orificio de salida al mismo nivel por la planta del pie". "Los niños te pegan sustos", declaró a los periodistas la infanta Elena, quien acompaña a su hijo en el hospital en Madrid. La infanta, quien se presentó ante los medios acompañada de la reina, se mostró "tranquila" por el estado de salud de Felipe Juan Froilán y afirmó que permanecerá ingresado el tiempo que dispongan los médicos. Por su parte, Sofía comentó que "con los niños siempre pasa eso", pero confió en que siempre "se recuperan rápido". Acerca de las circunstancias del accidente se limitó a decir: "Estaban de caza".

Felipe Juan Froilán ocupa el quinto puesto en el orden sucesorio de la corona española, directamente después de su madre, quien a finales de 2009 se divorció de Jaime de Marichalar.

Hasta 3.000 euros de multa Precisamente, su padre se enfrenta ahora a una multa de hasta 3.000 euros por una falta grave, contemplada en el Reglamento de Armas, al permitir que Froilán utilizara un arma de fuego sin contar con licencia, a la que tampoco puede tener acceso por ser menor de catorce años. Así lo aseguraron fuentes de la Guardia Civil que informaron de que, por el momento, el instituto armado no ha abierto una investigación por el accidente que sufrió el hijo mayor de la infanta Elena. El Juzgado de guardia de Soria recibió ayer el parte médico del hospital Santa Bárbara donde fue asistido en un primer momento el nieto Froilán. Una vez recibido el parte médico del centro hospitalario soriano en torno a las 14.30 horas, el juzgado desarrollará los trámites que habitualmente lleva a cabo ante hechos de este tipo, que encargará a la Guardia Civil a abrir una investigación por el accidente, por lo que es probable que los agentes tomen declaración a Jaime de Marichalar, que acompañaba a su hijo cuando se hirió en el pie de forma fortuita con una escopeta de pequeño calibre. Los artículos 105 y 109 del Reglamento de Armas establecen una edad mínima de catorce años para el uso de armas de fuego en cualquier circunstancia. Por su parte, el apartado C del artículo 156, castiga con hasta 3.000 euros "la omisión, insuficiencia o ineficacia de las medidas o precauciones obligatorias para garantizar la seguridad de las armas que posean los particulares, en los domicilios o lugares de uso".

Además, el Reglamento de Armas prevé multas de 300 a 6.000 euros el empleo de cualquier clase de arma de fuego reglamentaria, "con omisión o insuficiencia de las medidas o precauciones obligatorias para garantizar la seguridad de las personas y de las cosas". Esta sanción acarrea también la retirada de las armas y municiones objeto de la infracción, así como de las licencias y guías de pertenencia correspondientes a las mismas, durante un periodo máximo de dos años.

Además, la Liga Española pro Derechos Humanos remitió ayer un escrito a la fiscal jefe de Soria, Rita Berdonces, en el que se solicita la apertura de diligencias ante el accidente y solicita también que se aclare la responsabilidad del padre del menor que, según informó la Casa Real, estaba presente cuando ocurrió el accidente, así como los detalles de la finca donde se produjo el suceso, ya que "podría no tener la autorización pertinente como campo de entrenamiento con armas".

Se da la circunstancia de que también en otras vacaciones de Semana Santa, en 1956, a Juan Carlos I, que tenía entonces 18 años, se le disparó accidentalmente un revólver mientras jugaba causando la muerte de su hermano menor, Alfonso.