El exmatador de toros y ganadero español José Ortega Cano, imputado por el accidente de tráfico en el que perdió la vida un vecino de Castilblanco de los Arroyos, Carlos Parra, declaró ayer ante el juez de Instrucción número 9 de Sevilla que el día del siniestro no ingirió bebidas alcohólicas, pues tan solo "se mojó los labios con una copa de cava" -así lo manifestó a preguntas de sus abogados, aunque inicialmente dijo que tomó media copa de cava-, y que tampoco superó el límite de velocidad establecido, por lo que siempre circulaba por debajo de los 80 kilómetros por hora.
Sobre este particular, fuentes del caso precisaron que Ortega Cano dijo que el día de los hechos estuvo hasta en cinco establecimientos hosteleros antes del accidente, en ninguno de los cuales bebió alcohol, pues tan solo se mojó los labios con una copa de cava, asegurando incluso que la prueba de alcoholemia, en la que dio 1,26 gramos de alcohol etílico por litro de sangre, "tiene que tener algún error".
Ortega Cano llegó poco antes de las 10.00 horas de ayer a los juzgados del Prado de San Sebastián de la capital hispalense montado en un vehículo oscuro y acompañado por varios familiares. Entre una nube de medios de comunicación y de curiosos, el extorero se acomodó en una silla de ruedas y entró en los juzgados, no sin antes señalar que se encontraba "un poquito nervioso" y confiando en que "sea lo que Dios quiera y las leyes dictaminen".
Una vez concluida su declaración, el ganadero dijo a los periodistas en los mismos pasillos de los juzgados que "yo he hecho la declaración que debía de hacer y no tengo más que decir, si quieren ustedes les pueden preguntar a mis abogados, yo no puedo decirles más nada", tras lo que salió del edificio judicial para volver a montarse en el coche, sin poder evitar ser increpado con gritos como "sinvergüenza" y "matador de personas" por un grupo de personas, todas ajenas a la familia de su víctima, Carlos Parra.
Al término de la declaración, uno de los letrados del imputado, que pronosticó un juicio "muy interesante" y solicitó "respeto" para el exdiestro, relató que el imputado estuvo "tranquilo" durante toda la declaración y respondiendo a todas las preguntas que se le hicieron. "En todo momento ha manifestado que respetó los límites de velocidad y que no ingirió alcohol, por lo que su conducción estaba dentro de la corrección jurídico-legal". Incluso, el exmatador de toros hubo "jurado por sus hijos" que el día del accidente no ingirió alcohol.
Medias Cautelares Al hilo de ello, el juez no adoptó ninguna medida cautelar con respecto al análisis de la muestra de sangre extraída a José Ortega Cano tras el accidente de tráfico, que arrojó un resultado de 1,26 gramos de alcohol etílico por litro de sangre con lo cual duplicaba y casi triplicaba lo permitido en el momento del accidente. A su vez, anunció que de manera "inmediata" pedirá la declaración de "varios" testigos que podrán demostrar que "desde por la mañana, toda la mañana, y durante toda la tarde hasta que sucedió el accidente" el extorero no presentaba síntomas de haber bebido alcohol, ya que "todos hablan de una corrección en su comportamiento". Ortega Cano también explicó al magistrado que la invasión del carril contrario que provocó el accidente mortal se produjo "por una distracción", aunque no supo aclarar al juez el motivo de la misma.
De este modo, y según subrayó uno de los letrados del exmatador, el imputado por un delito de homicidio imprudente y dos delitos contra la seguridad vial, "ha hablado de una distracción, que ha podido achacar a su circunstancia médica, pues tenía unas arritmias y estaba con un padecimiento grave del corazón", mientras que "también ha admitido, genéricamente, que pudo haber algún momento de somnolencia", aunque tampoco lo pudo precisar "con claridad".